La Comunidad Valenciana ha experimentado en las últimas horas las peores inundaciones que se han producido en el siglo XXI. La cifra de fallecidos ha superado holgadamente la centena -los últimos datos hablan de más de 140 muertos- y hay numerosas personas desaparecidas después de que una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) comenzase a descargar en la región la tarde del martes.
Aunque las DANAs -o Gotas Frías- son un fenómeno habitual en los meses otoñales en el Levante español, los expertos llevan tiempo avisando que los efectos del cambio climático están produciendo que estos eventos meteorológicos sean cada vez más comunes y virulentos. Además, tampoco se trata de fenómenos exclusivos de esa región.
Puede pasar en Canarias
Ahora que toda España tiene sus ojos en la Comunidad Valenciana, muchas personas en Tenerife reviven con horror las imágenes de la Gota Fría de marzo de 2002 que causó estragos en Santa Cruz. Aquella riada ocasionó ocho muertos, 12 desaparecidos y decenas de heridos, además de la destrucción total o parcial de 400 viviendas y un coste de 90 millones de euros en pérdidas.
Canarias, por lo tanto, no está a salvo de que se pueda producir una DANA como la valenciana o como la que ya ocurrió en Santa Cruz en 2002, y hay zonas en especial riesgo por sus características inundables.
La Laguna, en el punto de mira
Una de ellas es el casco histórico de La Laguna. No en vano, la ciudad recibe su nombre precisamente por estar asentada donde antiguamente, en tiempos de la conquista castellana, había una laguna formada de forma natural por el desagüe de los valles que rodean el núcleo urbano.
Aunque el municipio ya ha ido desarrollando medidas para acumular ese agua que se concentra en las zonas inundables como la creación de una laguna artificial en La Vega donde antaño estaba la que dio nombre al municipio, el ayuntamiento quiere plasmar una estrategia más profunda para evitar inundaciones y así lo ha propuesto en el documento Modelo de desarrollo sostenible y plan de acción para el presente y futuro de las políticas territoriales del municipio de San Cristóbal de La Laguna que, a falta de ser votado en el pleno municipal, servirá de base para el nuevo Plan General de Ordenación.
Esta es una de las más de 100 medidas que propone el consistorio en distintas materias y supondrá varias submedidas en el entorno del barranco de Las Mercedes.
Azudes o represas
En primer lugar, la creación de azudes -pequeñas represas en cauces de ríos o barrancos- de derivación en los torrentes, consistentes en pequeños diques de hormigón u otros materiales con una abertura en la parte inferior para dejar pasar un caudal inferior al caudal de inundación y que durante el período posterior a la tormenta permita pasar el caudal remanente.
La figura de loz azudes ha sido muy comentada en las últimas horas en España, especialmente por los sectores más conservadores de la Opinión Pública, ya que en los últimos años en todo el país se han llevado a cabo acciones de desmantelamiento de estas pequeñas represas en distintos puntos de la geografía española y que estaban obsoletas. Aunque en la Comunidad Valenciana no se han eliminado más que un puñado de ellos y hace más de seis años que no se desmantela ninguno, se ha difundido el bulo de que las inundaciones han sido consecuencia del desmantelamiento de presas.
Canal derivador y franja verde
Retomando las medidas que propone La Laguna, el consistorio plantea crear un canal derivador de los caudales de inundación. Su objetivo es derivar a otra cuenca los caudales capaces de generar inundaciones en La Laguna, mediante la acción de los azudes de derivación o desvío.
Por otro lado, el documento habla de una franja verde destinada a reducir la energía del hidrógrafo ralentizando el flujo laminar por las laderas; y de arbolada y sotobosque disperso, seguida de una franja de sotobosque denso integrado por plantas rastreras de mucho follaje, pastos y arbustos de bajo porte.
Trincheras y sotobosque
Además, se menciona la creación de "trincheras formadas por zanjas profundas y anchas" al final de las depresiones por donde fluye el agua en las laderas (cañadas o pequeños torrentes). Su finalidad sería, junto con la franja verde, "reducir la energía del hidrógrafo, así como la aportación laminar y al propio tiempo, favorecer la percolación y retención de aguas en el subsuelo.
Por último, el ayuntamiento plantea la colocación de una segunda franja de sotobosque con una estructura vegetal semejante a la anterior a fin de favorecer la infiltración en las mismas.
Las inundaciones
En La Laguna, las inundaciones se generan principalmente a partir de las escorrentías del torrente Las Mercedes, que drena una pequeña cuenca con pendientes abruptas que superan el 20% desde la cota de los 1.000 metros sobre el nivel del mar hasta los 400, ya en zonas urbanas.
La ficha indica que las precipitaciones en la parte alta de estas cuencas rondan los mil milímetros anuales, generándose tormentas de gran intensidad que, gracias a las grandes pendientes de las laderas, generan "hidrógrafos con una rama ascendente de muy corta duración y caudales picos elevados". La ola de avenida, en consecuencia, se desplaza a gran velocidad, provocando inundaciones eventualmente repentinas en el área del casco urbano.