El Ayuntamiento de La Laguna ha iniciado los trabajos para la recuperación de antiguos bancales en las inmediaciones de la Fuente de Tejina.
El objetivo es que estas parcelas de titularidad municipal, que suman 7.000 metros cuadrados en el barranco Aguas de Dios, puedan destinarse a la producción agroecológica, con especial fomento de las variedades locales, además de destinarlas también una función educativa.
Recuperación de suelo agrícola
El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, ha visitado la zona para comprobar el desarrollo de los trabajos impulsados desde el área de Desarrollo Rural y la Concejalía de Obras e Infraestructuras, y una vez obtenida la pertinente autorización del Parque Rural de Anaga.
La primera acción que se está llevando a cabo en estos terrenos consiste en la eliminación y gestión de la planta invasora conocida popularmente como ‘rabo de gato’. Estos bancales constituyen un espacio de alto valor agroecológico y etnográfico que, como consecuencia de su abandono y la afección de la construcción del viario de la TF13 (variante de Tejina), se ha visto muy afectado por esta planta exótica muy agresiva y perjudicial para la biodiversidad natural y agrícola que se pretende recuperar.
Como complemento a esta primera actuación, a mediados de diciembre se impartió una formación teórico-práctica sobre el propio terreno,dirigida a la población en general sobre la eliminación del rabo de gato y las acciones que se prevé realizar para la restauración de la finca y la recuperación de los cultivos.
Referente público
El responsable de Desarrollo Rural, Agricultura, Ganadería y Pesca del Ayuntamiento de La Laguna, Aitor López, asegura que el Ayuntamiento aspira a que esta finca, en plena Reserva de la Biosfera y Parque Rural de Anaga, “sea un referente público en la recuperación de tierras con aptitud agraria y su puesta en producción sirviendo de guía para otras fincas cercanas”.
Por este motivo, esta finca se ha integrado en el proyecto regional de Red de fincas agroecológicas de Canarias Fincas Faro, dependiente del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA).
La parcela fue adquirida por el ayuntamiento en el año 2000 con la idea inicial de construir un nuevo cementerio. No obstante, esta instalación no era compatible con el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Rural de Anaga, aprobado en 2007, por lo que desde el área de Desarrollo Rural se encargó un estudio para analizar otras alternativas.
El proyecto técnico resultante plantea la restauración ambiental, la producción agroecológica y su utilización como campo formativo en este sector. Junto a la recuperación agrícola de esta finca, que en total alcanza los aproximadamente 7.500 metros cuadrados, el documento también recomienda intervenir en todo el barranco para garantizar el éxito del plan de rehabilitación.