La Concejalía de Medio Ambiente, Lucha contra el Cambio Climático, Sanidad y Bienestar Animal contará este 2022 con un presupuesto de más de 2 millones de euros, un crecimiento del 167% respecto a 2021 y que se reforzará, además, con la financiación de los Fondos Europeos para impulsar un amplio paquete de medidas que tendrán como fin reducir las emisiones, impulsar el autoabastecimiento con energías renovables y aumentar la sostenibilidad y fortaleza del municipio ante los retos climáticos y sanitarios de los próximos años.
La Concejalía, que dirige José Luis Hernández, se ha fijado como objetivo para este año desarrollar la Red municipal de Instalaciones Fotovoltaicas, impulsar las comunidades energéticas locales, luchar contra la pobreza energética y avanzar en la descarbonización del municipio, pero también, dar un salto en políticas medioambientales y reforzar la capacidad de vigilancia y control de la Unidad de Protección del Medio Ambiente (UPMA), un recurso de reciente creación que está suponiendo un cambio esencial en la protección de los espacios rurales y naturales del municipio.
Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible
Para ello, la localidad se apoya en el programa local La Laguna: Municipio en Transición 2030 y en el Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible (PACES) del municipio, dos estrategias que incorporan a todos los departamentos de la Administración Local, lideradas por el Área de Medio Ambiente y que trazan una hoja de ruta plurianual ya en marcha, con aspectos que abarcan desde el autoabastecimiento alimentario y energético a nuevos modelos de desarrollo económico y la adecuación de infraestructuras vulnerables a los riesgos del cambio climático.
El PACES, que actualmente está recogiendo las aportaciones de la ciudadanía, ya planifica diversas actuaciones esenciales, que supondrán una inversión de casi 36 millones de euros durante esta década, un ahorro energético de casi 700.000 Mw/año, una producción local de energías renovables de casi 23.000 Mw al año y una reducción total estimada de 470.000 toneladas de CO2 equivalente, lo que representa el 63,88% de las emisiones generadas en 2009, año de referencia establecido para estos cálculos.
Y este 2022, una de las principales inversiones de la Concejalía será el impulso de la Red de Instalaciones Fotovoltaicas, con una aportación municipal de 252.769,21 y que, junto a la subvención otorgada por el IDAE de 809.421,72 euros, permitirá sacar a licitación este año la instalación y puesta en funcionamiento de 12 instalaciones para el autoabastecimiento de edificios públicos y la recarga de vehículos eléctricos en el parque móvil de la Policía Local y estacionamientos de gestión municipal. Además, ya se está avanzando en los proyectos para cinco más en centros educativos del municipio.
70 edificios públicos
Este será el primer paso de una red pública que aspira a incorporar 70 edificios municipales en los próximos ejercicios, una propuesta que se apoya en el estudio integral del potencial fotovoltaico del municipio, presentado hace unos meses y que revela la altísima rentabilidad que tendrían estas instalaciones, aprovechando, además, las nuevas líneas de subvenciones nacionales y comunitarias.
Con un ahorro total de consumo de casi 120.000 euros al año, a la reducción del impacto medioambiental se suma la reinversión en políticas sociales de los elevados gastos actuales en electricidad de la Administración local y que los excedentes de energía anual de estas instalaciones, cuantificados en un 44% más de la necesaria para el funcionamiento de estas infraestructuras, se podrá destinar a otros usos, entre los que se incluye la Red municipal de autoconsumo colectivo para hogares en pobreza energética.
El PACES recoge otra de las acciones que la Concejalía va a impulsar este año, la creación de una Comunidad Energética Local, participada por el Ayuntamiento, vecinos, pymes y organizaciones locales, que permita producir electricidad mediante fuentes de energías renovables en autoconsumo, gestionar redes de puntos de recarga para vehículos eléctricos, comercializar energía renovable local, organizar compras colectivas energéticas o promover y gestionar redes y microrredes renovables. Esta y otras acciones estarán orientadas a evitar la aparición de una brecha social energética mediante la lucha contra la pobreza energética, facilitando el acceso a energía limpia y asequible para toda la población.