El curso 2023-2024 va a empezar con el pie torcido para muchos estudiantes. Es verano todavía, las clases aún no han comenzado y muchos llevan meses intentando conseguir un piso o una habitación en La Laguna para cursar sus estudios en la ULL. Este año está siendo anormal en cuanto al alquiler: la demanda ha subido, las listas de espera en las inmobiliarias se han dilatado y muchas llevan ya cerradas desde mayo.
J. M., un alumno grancanario en la ULL, explica a Atlántico Hoy que lleva precisamente desde finales de mayo intentando encontrar un piso de dos habitaciones para él y su hermana, que viene este año a estudiar a la ULL. "Encontramos algunas cosas, pero muy lejos. En San Lázaro, en La Cuesta... Además son tremendamente caros, ningún piso de dos habitaciones baja de 600 euros", narra a este medio.
Expulsado fuera del centro
El shock es importante. J. M. había estado años viviendo en la mismísima avenida Trinidad, pero se mudó. Encontró una habitación en El Coromoto después de buscar mucho, una zona que también está en las afueras de La Laguna, pero no le servía para vivir con su hermana este curso y empezó a buscar "pronto". No lo suficiente.
Como él, tantos otros estudiantes. J. M. explica que algunos de sus amigos han tenido que irse incluso a Las Canteras para poder encontrar un alquiler que cubriese sus necesidades. ¿Qué está pasando en La Laguna?.
Una inmobiliaria de estudiantes explica las causas
Atlántico Hoy ha hablado con Inmobiliaria Leal Primera, una de las poquísimas inmobiliarias en Aguere que se especializan en gestionar alquileres a estudiantes de la ULL -más del 90% de sus clientes son alumnos- y que se sitúa en la calle Heraclio Sánchez, dentro del centro comercial Galaxia.
Como parte de su especialización, Leal Primera ofrece servicios muy a medida, que incluyen asesoramiento para obtener el certificado de viaje para los descuentos por residencia a alumnos de fuera de Canarias o recogida en el aeropuerto, entre otros. De hecho, la inmobiliaria tiene una enorme fotografía del Paraninfo de la ULL en su recibidor.
Jonay Medina y Desiré Vera son sus administradores y explican a este medio las razones que, según su experiencia, pueden estar detrás de este "desabastecimiento" de pisos.
Esperas hasta el último momento
Como primera causa, destacan que la adjudicación de plazas en la ULL se ha retrasado este año, lo que ha provocado que muchos estudiantes esperasen a última hora no solo para preguntar por pisos, sino también para optar a las propias residencias de la universidad.
Esto ha llevado a que muchas personas hayan intentado conseguir un alquiler en agosto, cuando lo habitual, según explican, es tener gestionada la reserva desde junio. No obstante, subrayan, este año el mes en el que ellos han completado su lista de espera se ha adelantado a mayo. Con la lista llena y cientos de alumnos esperando al último minuto, el desenlace era esperable: no hay pisos.
Auge de estudiantes peninsulares
En cualquier caso, Jonay y Desiré destacan que cada vez hay más estudiantes en la ULL que vienen de fuera o que, incluso siendo de Tenerife, proceden de un municipio al otro lado de la isla. La presión del tráfico en las autopistas y el encarecimiento de los combustibles hacen preferible para mucha gente alquilar un piso.
Aunque los lugares desde los que llegan más alumnos, según los datos que maneja Inmobiliaria Leal Primera, son Lanzarote, Fuerteventura y La Palma, Jonay Medina destaca que ha habido un "auge brutal" de los que vienen de la Península. No solo estudiantes Sicue -una especie de Erasmus entre universidades españolas-, sino que La Laguna parece estar "de moda" y mucha gente traslada su expediente a la ULL.
Suben los precios
Teniendo en cuenta que el parque de vivienda en alquiler no ha variado sustancialmente en los últimos años, el cóctel es explosivo: más demanda y menos oferta provocan un aumento de los precios. Aunque esta inmobiliaria concreta no alquila por habitaciones, sino que arrienda pisos enteros, constata que el precio por cuarto, de media, ha crecido considerablemente.
Si hace unos años se podían encontrar habitaciones por 170 o 180 euros, este curso ninguna de las que han alquilado ha bajado de los 225 euros, llegando incluso a 387, resultado de dividir el precio de un piso entre las habitaciones que tiene.
Alquilar a estudiantes es más rentable
Este auge de estudiantes peninsulares entronca con otros debates cada vez más presentes en ciertos sectores de la sociedad canaria: ¿los nómadas digitales favorecen la gentrificación? ¿AirBnb expulsa a los alquilados de sus ciudades? Lo cierto es que no hay una respuesta "científica" para ello, puesto que no se ha estudiado en profundidad. A la primera pregunta, Inmobiliaria Leal Primera no puede dar respuesta porque los nómadas digitales que les han llegado buscan habitaciones y ellos alquilan pisos enteros, aunque sí reconocen que han preguntado.
Sobre la segunda cuestión, Desiré Vera destaca que alquilar pisos a alumnos es un negocio muy rentable y constante, por lo que no cree que concretamente en La Laguna esto esté ocurriendo. Lo que sí es seguro es que en Aguere alquilar un piso al estudiantado de la ULL es mucho más beneficioso que un alquiler indefinido normal, porque al segregarse por habitaciones los ingresos del propietario pueden ascender en hasta 200 euros por el conjunto del piso.
Confusión creada por la 'ley de Vivienda'
Pero, sin perder el hilo de la pregunta principal de este artículo, "¿por qué los estudiantes no encuentran piso en La Laguna?", Jonay Medina apunta a otro aspecto clave que para muchos ha pasado desapercibido: la nueva ley de Vivienda ha provocado mucha confusión, llevando a los alumnos -y especialmente sus padres como avalistas- a dilatar el proceso de búsqueda pensando que las inmobiliarias les están engañando por cobrar los honorarios.
"La nueva ley prohíbe cobrar los honorarios de la inmobiliaria en alquileres habituales, pero los de los estudiantes son temporales y el propietario puede pedírselos a los alquilados", explica Medina. ¿Qué implicaciones tiene esto? Que los alumnos creen que les están intentando cobrar algo ilegal y no cogen los pisos cuando tienen oportunidad.
Estafas
Después, cuando tras buscar mucho y comprobar que es igual en todos lados deciden regresar al piso que les gustó, otra persona se lo ha quedado y el tiempo se les echa encima.
En el peor de los casos, muchos acaban estafados por oportunistas de última hora que, especialmente en septiembre y octubre, inundan los portales de anuncios con ofertas baratísimas, sin fianza, sin inmobiliaria... Los alumnos, desesperados por encontrar una casa para el curso académico, caen en el timo.