El barrio lagunero de Guamasa está acusando problemas de gestión de pacientes en su centro de salud. Así se desliza después de la asamblea general de la Asociación de Vecinos de Guamasa, en la que se enfocó como tema central y que le presidente del colectivo, Jonay Lutzardo, ha desarrollado en declaraciones a Atlántico Hoy.
“El problema que tenemos es que hay una bastantes centros de geriatría, de centros de personas con problemas psíquicos y, aparte, los centros de migrantes”, contextualiza aclarando con rotundidad que no tiene nada contra de la migración. “Lo que pasa es que los recursos son limitados, o eso es lo que nos cuentan desde Sanidad”, señala.
Dos médicos para 3.200 personas
Según han trasladado a Atlántico Hoy, en Guamasa hay dos médicos que, dependiendo de los días, trabajan en turno de mañana o turno de tarde y cada uno tiene unos 1.600 pacientes adjudicados. Según fuentes del consultorio, los dos médicos titulares cambiaron de centro porque se hacen demasiadas horas extra para poder dar un servicio eficaz.
“La población de Guamasa es de gente mayor. Entonces, tienen que hacer también servicios a domicilio”, indica Lutzardo sobre las jornadas de los profesionales sanitarios. “Si empezamos a sumar todas estas cositas resulta que, para coger una cita, de media está de 15 a 20 días, porque no tienen cita”, añade.
A la espera en servicio a domicilio
Asimismo, se resigna porque también se da la situación de que “vas al centro médico y al doctor que está allí lo llaman para una urgencia de uno de los centros, tanto a nivel geriátrico como de migrantes u otro, y tiene que salir del centro. Estamos hablando que te tienes que quedar tirado un buen rato”.
Aparte de eso, señala que las visitas a domicilio “son cuando son”, porque “no es lo mismo atender en el centro que tener que salir el médico, que muchas veces tiene que ir caminando, otras veces va en el coche con los problemas de tráfico... El médico sale a una visita domiciliaria y puede estar fuera de consultorio una hora o más”.
Refuerzo externo
Por todo ello, Lutzardo y el colectivo vecinal piden que para este tipo de situaciones “haya un refuerzo médico”. En este sentido, solicita “que se dejen los dos médicos que están ahora mismo en el centro sanitario y que se ponga un refuerzo externo”.
Además, partiendo de la premisa clara de que no tienen absolutamente nada contra las personas migrantes, expresa que, al sumar un nuevo centro de migrantes, “los chicos llegan en grupos al centro médico y a lo mejor tienen que atender a 5 o 6 del tirón”.
“Nosotros no estamos en contra de nadie, pero sí queremos que se adecúen los servicios a la población que tenemos. Nada más. No tenemos nada en contra, por supuesto, pero si tenemos que adecuar los servicios a lo que hay. No puedes en beneficio de unos perjudicar a otros”, finaliza.