El pasado fin de semana, unas imágenes violentas entre jóvenes en 'el cuadrilátero' de La Laguna dieron la vuelta al país por la crudeza de las mismas. En ellas, se veía a numerosos jóvenes de fiesta, lanzándose botellas y generando otras peleas que han puesto en jaque al Ayuntamiento de La Laguna y a la Policía Local por no haber podido mantener la seguridad en esta popular zona de ocio nocturno lagunera, a pesar de que a finales de septiembre se había informado de una mayor presencia policial.
Tras los hechos ya conocidos, Atlántico Hoy ha querido conocer las sensaciones que se viven desde el corazón de los hechos, donde la impotencia y el miedo se han apoderado inesperadamente en los vecinos de la zona en las últimas semanas. “Claro que hay miedo, si te asomas y ves peleas multitudinarias, ves sangre en la calle, botellas volar…”, confiesa a este medio digital una vecina del cuadrilátero que ha preferido mantenerse en el anonimato.
Así, define la situación como “un disparate”, aludiendo que se encuentran con “sangre, contenedores, vecinos que no pueden salir de sus casas y si sales y les dices algo te amenazan, te tiran botellas… La zona de la plaza es inhumano. Si salen a recriminarles les meten mano… Un disparate. El cuadrilátero nunca ha estado así. Ni en la época del boom, que solo oías el murmullo”, argumenta enfurecida.
La Policía Local, problema de efectivos
Esta residente, a la que llamaremos María, critica la inacción de la policía durante los eventos negativos acaecidos. “No hay policía. La llamas, no acude y si vas a poner denuncia te dicen que no hay efectivos ni para poner denuncias”, espeta. No culpa a la autoridad de que ocurran los actos vandálicos en las calles, pero sí les reprocha que no hagan nada al respecto. “La policía pasa igual a las tres horas de avisarles y no les dicen nada a los jóvenes, porque son dos contra unos 30 que están bebiendo”.
Un testigo directo de las constantes peleas, portero de un local del cuadrilátero, comenta a Atlántico Hoy que este pasado fin de semana vio “cómo le abrían la cabeza a uno” delante suya. “La policía estaba también por aquí intentando evitar todo. Es más, con levantar la mano, ellos acuden… Cuando están”, valora. “El problema es a las 4 de la mañana, cuando tienen que evacuar la plaza. La gente tiene ganas de fiesta y entonces la montan y son las imágenes que se ven por ahí. Y es lo normal. Es normal que la policía quiera cerrar y es normal que la gente se harte”, añade.
Los menores de edad, señalados
María señala a menores como principales causantes de los altercados que están protagonizando las noches del cuadrilátero “de jueves a domingo”, de 8 de la tarde a 4 de la mañana. “Sobre todo, son menores de edad. Ponen altavoces a todo volumen, botellones y a beber como descosidos”, apunta y comentanta el cóctel que ha derivado en estas aglomeraciones nocturnas: “Cuando empezó el curso escolar y se unió la apertura del ocio nocturno”. Asimismo, comparte que “están quedando en convocatorias masivas en redes sociales de jueves a domingo y son menores la gran inmensa mayoría”.
En esta línea se dibuja también el argumento del guardia de seguridad del local en este rincón lagunero. “Yo estuve muchos trabajando en centro de menores de acogidas. Muchos son menores de edad y otros son magrebís y norteafricanos, que es fuera de lo normal”, comenta explicando que no tiene nada que ver con el racismo, pues él no es español. “Hay mucha gente joven que no hace nada y que son básicamente los que están montando las grandes peleas. El típico delincuente infantil, que los fines de semana lo dejan salir de los centros de acogida, tanto de inmigración, como de los centros de acogidas de menores”, añade en base a lo que reconoce ver en primera persona cada fin de semana.
Empatía con los jóvenes
Sin embargo, este profesional de la seguridad nocturna se muestra empático con estos jóvenes y, sin tratar de justificarlos, entiende la situación. “El problema es que llevan dos años sin salir. Se nota que los chicos tienen una ansiedad y un estrés súper elevado. Han hecho lo que haríamos todos con esa edad, tirarnos de los pelos y subirnos como locos”, explica.
Además, echa un cable a estas generaciones de edad juvenil para que no sea estigmatizada. “Se montan la fiesta fuera con el botellón y disfrutan. Muchos son gente joven y sana que no hacen nada, lo que siempre entre tanto jaleo salta algo”, reflexiona. “Los violentos que se ven en las imágenes son los típicos casos que ocurren entre tanta población y tanta gente... Siempre hay revolucionarios que van contra las normas”.
De cara al próximo fin de semana, que contextualizando que para estos jóvenes la fiesta empieza desde hoy jueves, María está convencida de que va a haber problemas seguro. “Por mucho que digan que van a poner efectivos policiales, ninguno de los vecinos se lo cree, porque vienen a desalojarlos al final, que es algo que no entendemos. ¿Por qué no están en la plaza antes de que se acumulen?”, espeta. “Es que hasta cierran el paso de los vehículos y fomentan que se acumulen. El otro día, una vecina casi tiene que rogar a la policía porque no la dejaban pasar y tenía que ir a su garaje. Ya ni sacas el coche de tu calle por miedo”, añade.
Los vecinos se reúnen con Seguridad Ciudadana
Pablo Reyes, presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico de La Laguna, se reunió este miércoles con Alejandro Marrero, concejal de Hacienda, Tráfico y Seguridad Ciudadana de La Laguna, para acometer medidas urgentes en el cuadrilátero. “Le hemos dicho que esto hay que meterle mano, porque la situación se nos puede ir de las manos y al paso que vamos podemos lamentar situaciones desagradables para todos”, apunta Reyes.
Así, el edil le dio la solución a corto plazo de que ya, hoy jueves, se va a empezar a arreglar la situación con el “plan de choque urgente” que van a tomar medidas que Seguridad Ciudadana pondrá en marcha tras la reunión de urgencia en la mañana de hoy con todos los cuerpos de seguridad del estado, la Subdelegación del Gobierno, fiscalía de menores y Sanidad.
Reyes apuntó, además, al problema que tiene el Ayuntamiento respecto a la plantilla de la Policía Local, que consideran “corta, porque no se han renovado los puestos de jubilación”. A ello se le une un conflicto de carácter sindical. “Por lo que nos ha dicho el concejal, una de las medidas de presión de la Policía es no hacer horas extras, por lo que hay un montón de carencias de personal y, por lo tanto, de control de menores o de los establecimientos de si cumplen las normas o no”.
Recaudación de firmas
Los ciudadanos han tomado también sus propias medidas y han puesto en marcha una recogida de firmas en Change.org, que a cierre de este artículo se acerca a las 800 firmas.
Bajo el nombre ‘STOP BOTELLÓN’, los vecinos buscan acabar con la práctica del botellón en el cuadrilátero de La Laguna ante la inacción de la Policía Local por sus problemas de efectivos y ante la permisividad del Ayuntamiento.