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La Laguna

Un bosque público de árboles frutales en La Vega (La Laguna) para abastecer a la población

La propuesta del ayuntamiento que pretende crear una macroplantación frutal en forma de jardín botánico de acceso libre en la urbanización San Diego

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Proyección del proyecto de bosque frutal comestible en La Vega./ AYTO. LA LAGUNA

La Laguna podría tener en los próximos años un bosque artificial formado por árboles frutales en la urbanización San Diego, situada en La Vega lagunera.

Es una de las propuestas elaboradas por el consistorio y recogidas en el Modelo de desarrollo sostenible y plan de acción para el presente y futuro de las políticas territoriales del municipio de San Cristóbal de La Laguna que el consistorio ha desarrollado y que, a falta de ser votado en el pleno municipal, servirá de base para el nuevo Plan General de Ordenación.

Bosque productivo

La idea es crear un bosque productivo, "entendido como un espacio de ecosistema multidiverso agrosilvícola que se diseña imitando a un bosque natural combinando, para ello, distintos tipos de especies vegetales, las cuales buscarán desarrollarse en función del espacio del que dispongan", detalla el documento.

La ficha señala que "esa variedad de plantas permite aprovechar todas las bondades y posibilidades que de ellas se deriven; dependiendo de las combinaciones al momento de sembrarlas, se podrán obtener productos diversos y alimentos".

Jardín botánico y aula abierta

Además de ser un bosque productivo y comestible, el espacio será "un jardín botánico y un aula abierta" en la que se podrán apreciar las diferentes técnicas de la agroforestería, la agrosilvicultura sintrópica, entre otras, así como desarrollarse actividades de formación en temas relacionados con la agricultura.

El Ayuntamiento de La Laguna busca combinar la función del espacio como zona verde -es decir, como un parque- y como punto de referencia formativa para toda la población lagunera sobre ecología agraria y consumo responsable.

Kilómetro cero

Además, se busca la cercanía del producto con el consumidor final, es decir, trabajar con el concepto de kilómetro cero. "Esto permitirá la concienciación del consumidor frente al valor alimenticio y ambiental del consumo de productos locales", señala la ficha.

La acción tiene para el consistorio una prioridad moderada y no está exenta de riesgos, principalmente "financieros y jurídicos", tal y como detalla la ficha.

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