El vicerrector del Instituto Geominero de España (IGME), Luis Somoza, considera que la entrada en el mar de la lava del volcán de La Palma provocará una "espectacular y densa" nube vertical de vapor de agua que no será tóxica pero obligará a aumentar el perímetro de seguridad, evacuar la zona y prohibir la navegación.En declaraciones a Efe, este científico ha calificado de "fenómeno espectacular" la entrada de la lava en el Océano Atlántico y ha dicho que las dimensiones de la nube vertical de vapor que provocará dependerán del "frente de caída" y de la anchura de cada colada.En cualquier caso, Somoza ha asegurado que la nube de vapor de agua es inocua para la salud, a pesar de que portará alguna partícula de los gases tóxicos que emanan Del volcán pero, ha insistido en que su concentración se prevé tan baja que no resulta peligrosa para los seres vivos.Lo que sí ha advertido es que el agua de la costa oeste de La Palma afectada por la erupción se volverá más turbia debido a que las cenizas de la lava, al entrar en contacto con el agua marina, generan partículas vidriosas que provocan "una pluma de segmento" que flota en el mar y le resta transparencia.Otra de las consecuencias de la llegada de lava al mar, ha añadido este experto, es la subida de la temperatura del agua en el área de entrada de la colada, un fenómeno que, según ha informado, repercutirá en el ecosistema marino de la zona y sobre todo perjudicará a la pesca.Somoza ha añadido, sin embargo, que la actividad pesquera tardará en recuperarse "unos seis meses", como ha dicho que ocurrió en la isla de El Hierro cuando en octubre de 2011 el volcán Teneguía entró en erupción en mitad del mar y la pesca se vio afectada por algún tiempo.En cuanto a las medidas de seguridad que habrá que tomar cuando la lava llegue a la costa, el científico ha señalado que sería conveniente aumentar de manera importante el perímetro de evacuación actual y dotar a los efectivos de emergencias de mascarillas apropiadas para protegerse de los gases.También ha indicado que se prohibirá la navegación en la zona de influencia marítima afectada por el volcán, a excepción de los barcos de observación científica que, ayudados de drones, estudiarán un proceso que esperan sea "espectacular".