La Policía Nacional ha recuperado de un disco duro intervenido en casa de uno los tres detenidos por los presuntos abusos sexuales a niños denunciados hace un año en el Liceo Francés de Telde 62 archivos de pornografía infantil que habían sido borrados, vídeos todos relativos a una menor ajena al colegio, probablemente grabados fuera de España.
La semana pasada, el Jugado número 3 de Telde recibió de la Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer (UFAM) de la Policía el informe que había encargado sobre el contenido de los ordenadores, tabletas, móviles, discos duros y memorias requisados en su momento a los tres principales investigados: el hombre que cuidaba a los niños pequeños durante las siestas hasta el final del curso 2021-22, otro empleado y un técnico del centro.
Abusos a menores
Los tres quedaron en libertad sin medidas cautelares el pasado 21 de octubre tras prestar declaración ante el juez al frente de la instrucción, aunque con cargos de delitos contra la indemnidad sexual, ya que la Policía reunió indicios de que al menos siete niños pequeños, de tres a cinco años, podían haber sufrido abusos en forma de tocamientos en sus partes íntimas y besos en los labios.
Las denuncias presentadas por algunos padres apuntaban en esa línea, pero la Policía abrió además otra línea de investigación para sondear si lo que presuntamente había ocurrido en esa escuela se había trasladado o no a otro delito: el de pornografía infantil.
La gran mayoría de los dispositivos intervenidos a los sospechosos -todos menos uno- estaban "limpios", tanto en un primera inspección, como en una segunda más profunda en busca de archivos borrados, hasta donde alcanzan las técnicas de la Policía.
Un técnico tenía material pedófilo
Pero en un disco duro externo requisado en casa de un técnico que trabaja para el Liceo los agentes han conseguido recuperar 62 archivos borrados de contenido pedófilo. Según explican en un informe, se trata probablemente de fragmentos de un mismo vídeo o varios vídeos de una misma serie donde se expone a una menor, una niña.
El juez ha interrogado este martes al imputado en cuyo domicilio se requisó ese dispositivo sobre el hallazgo de esas imágenes, de las que se ha desvinculado. Su versión es que alguien pudo copiar en el disco duro esos archivos sin su conocimiento durante una reparación hace siete años, han informado fuentes cercanas al caso.
Declaraciones de la pareja
Su pareja, en calidad de imputada, ha secundado esa versión al declarar ante el juez, según han informado fuentes cercanas al caso.
Esta mujer asegura que ella no compró el disco duro sino que se lo regaló el amigo que le hizo el volcado de datos de su portátil, con el que no tiene contacto desde hace cinco años.
Un vídeo ya conocido
Los agentes que han examinado el disco duro subrayan que no tienen duda de que la víctima de esa grabación con imágenes de sexo explícito es una menor: primero, por su aspecto, pero, sobre todo, porque se trata de una grabación que ya conocían y que circula en otros ámbitos.
El examen de los móviles trató de aflorar cualquier llamada o conversación por mensajes de texto que tuviera relación con los investigados. Los agentes han encontrado tan pocas conversaciones entre los detenidos, que expresan sus sospechas de que las hayan borrado, porque no ven normal que personas que declaran tener relación de amistad apenas se crucen mensajes o se telefoneen.
Una conversación de WhatsApp
Sí detectaron una conversación de WhatsApp previa a las detenciones entre uno los sospechosos, el mismo al que se relaciona ahora con el disco duro con el material pedófilo, y un cuarto individuo, también investigado en los hechos, alusiva la denuncia presentada por los padres.
Ocurrió el 18 de octubre, seis días después de presentarse la primera denuncia, cuando empezaron a publicarse informaciones del caso. Ese cuarto individuo le envía a su interlocutor un enlace en internet a una noticia de Canarias 7 sobre las primeras detenciones.
La conversación
Eran ya algo más de las 20.00 horas y este le responde: "Calla, ¿sabes qué? Estoy en Comisaría". Ante la sorpresa que generan sus palabras en la otra persona, explica que él mismo ha ido allí tras haberse enterado de que la Policía había pedido sus datos.
- Aquí estoy, esperando -continúa.
- Dios mío, qué locura -repone el otro.
- Yo, la verdad lo prefiero. Era de imaginar.
En ese momento, bromean entre ellos con una posible detención o un hipotético futuro carcelario:
- ¿Quieres que te lleve tabaco? -pregunta el uno.
- Jajajaja, 'joputa'. Vete metiendo una lima en un pan -responde el otro.
Al día siguiente, 19 de octubre, la Delegación del Gobierno confirmó que ya eran tres los individuos detenidos