Tras inaugurarse a mediados de los años 60, Infecar ha pasado por tres fases clave para su desarrollo. Una primera etapa de 30 años en la que hubo cierto optimismo económico y social, una segunda etapa más incierta que generó una serie de disfuncionalidades (pabellones provisionales, falta de accesibilidad o cruces de tránsito) y la tercera a la que se enfrenta ahora el recinto ferial, con una inversión inicial de 27 millones de euros y que tiene tres ejes de actuación.
Esos tres pilares de actuación a los que se enfrenta la renovación de Infecar están en el Plan Maestro de la Institución Ferial de Canarias, presentado este miércoles. Son la multifuncionalidad, la apuesta por el espacio libre y el objetivo de convertise en el primer recinto ferial sostenible certificado por BREEAM España. Además, el proyecto va a permitir aumentar la capacidad y funcionalidad del recinto hasta alcanzar los 20.000 metros cuadrados (el doble lo actual).
Sin embargo, la principal intervención se localiza en el actual Pabellón 7, que será el futuro nuevo pabellón de Infecar y que pasa a tener una capacidad en planta de 2.500 metros cuadrados, aproximadamente, a 8.500 metros cuadrados, "respondiendo a las demandas existentes en el sector de ferias y eventos".
Tres pilares de actuación
Durante un año se ha creado un plan maestro donde se han empaquetado diferentes iniciativas y se ha visitado los diferentes recintos feriales de España y Europa. “Nos han comentado la oportunidad que tenemos para desarrollar un recinto ferial multifuncional, la importancia del espacio público y, sobre todo, la importancia de la logística”, expuso Juan Palop, director del proyecto. “A lo mejor fuimos los últimos en llegar a un recinto ferial del siglo XX, pero tenemos la oportunidad de ser los primeros en desarrollar uno del siglo XXI”.
Para la creación del plan, Cabildo e Infecar contactaron con la comunidad educativa, barrios, personal, proveedores, usuarios y el propio sector ferial. “Eso nos ha dado pautas interesantes como la necesidad de cambiar el acceso al recinto”, afirmó Palop. También han participado los grupos políticos con representación en el Cabildo y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. “Todos tienen un conocimiento situado del futuro de Infecar”.
Cuatro estrategias de ordenación
Las cuatro estrategias de ordenación del plan maestro se centran en el acceso y salida del recinto, los pabellones multifuncionales, apuesta por el espacio libre y la sostenibilidad. “En 1960 se plantea el acceso por la zona norte y por ese punto llegan tanto los visitantes como el personal, logística, basura. La propuesta es cambiar el eje de acceso y en vez de trabajar con un eje norte-sur, se propone una solución alternativa por los frentes a naciente y a poniente”, expuso Palop. Se separarán, por tanto, la entrada de usuarios, personal y logística.
Por otro lado, la necesidad de una gestión sostenible y competitiva de los recintos impone poder responder a los requerimientos propios de cada actividad. Por ello, se construirán pabellones multifuncionales donde “la posibilidad y eficiencia del montaje y desmontaje” será la clave.
También hay una apuesta firme por el espacio libre que se concreta en un espacio en forma de plaza-parque que hace “las funciones de galería de comunicación en los recintos convencionales”. Finalmente, “la planificación y el diseño del recinto se ha resuelto aplicando estándares internacionales y homologados de sostenibilidad”.
Urbanismo regenerativo
El plan apuesta por “regenerar las condiciones de vida del entorno”. Esta regeneración social del proyecto incluye un proceso de participación con las comunidades vecinas. También se plantea un paseo longitudinal “que facilite la cohesión social y el ocio de los cerca de 30.000 vecinos del Barrio del Atlántico y La Paterna-Los Tarahales”.
En el aspecto medioambiental, se incluyen “soluciones innovadoras basadas en la naturaleza, en línea con la idea de ecoisla que desarrolla y defiende el Cabildo de Gran Canaria”, explica el director del proyecto. Se ha propuesto una ordenación urbanística cero-carbono en la que el recinto ferial lejos de emitir CO2 y gases contaminantes servirá, por el contrario, de infraestructura para la captación del mismo.
Ciclo de vida del recinto
Se ha previsto, también, una estrategia de ciclo de vida del recinto que incluye el “uso de materiales de baja huella ecológica y de sistemas constructivos fácilmente desmontables que permitan su reutilización”. En línea también con las políticas de economía circular, el recinto incorpora una estrategia del agua que incluye el funcionamiento del conjunto como una ‘esponja’ que capta, filtra y almacena el agua de lluvia.
La gestión sostenible de agua, crítica en un territorio árido, se completa con la incorporación de un sistema de bio-depuración que recicla las aguas negras y grises que produzcan los usuarios habituales del recinto y las más de cinco mil visitas previstas un día de feria. “Se puede decir que cada visitante regará (literalmente) el anillo verde cuando vaya al baño”, apunta Palop.