Ni Río de Janeiro ni Lisboa: así es el impresionante mirador de Canarias con una escultura de Cristo

Con sus ocho metros y medio de alto, la estatua preside uno de los paisajes montañosos más emblemáticos del archipiélago

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Ni Río de Janeiro ni Lisboa: así es el impresionante mirador de Canarias con una escultura de Cristo. / AH
Ni Río de Janeiro ni Lisboa: así es el impresionante mirador de Canarias con una escultura de Cristo. / AH

Si pensamos en el perfil de la ciudad de Río de Janeiro una de las primeras imágenes que viene a nuestra mente es el celebérrimo Cristo Redentor, una monumental estatua de 38 metros que se alza en la colina del Corcovado con los brazos abiertos hacia la capital carioca. Esta escultura, asimismo, ha inspirado otras de talla similar, como el Cristo Rey de Lisboa, que se erige más de 28 metros a orillas del Tajo en uno de los extremos del famoso Puente 25 de Abril.

Con todo, estos son solo dos ejemplos de en una larga lista de tallas monumentales dedicadas a Jesucristo que podemos encontrar en diversos países, desde el Cristo Rey de Swiebodzin en Polonia, al Santísimo de Floridablanca en Colombia, el Cristo de la Concordia en Cochbamba (Bolivia) o el Cristo Redentor de Tihuatlan (México).

Si bien sus dimensiones son mucho más modestas, en un pequeño pueblo de Canarias también podemos encontrar una escultura semejante a las anteriormente enumeradas que, además, está ubicada en uno de los miradores más impactantes del archipiélago y con vistas al paisaje sobrecogedor del interior de Gran Canaria.

cristo gran canaria
Monumento al Sagrado Corazón de Jesús, en Artenara./ TURISMO DE ARTENARA.

Un Cristo en Artenara

Situado en la cima de la montaña de La Cilla, en el centro de la población de Artenara, el Monumento del Sagrado Corazón de Jesús se ubica desde 1996 en uno de los miradores excepcionales del interior de Gran Canaria, en un punto privilegiado para disfrutar de las vistas.

Así, al municipio más alto de la isla se le suma la imponente presencia de esta figura de carácter religioso realizada en polvo de mármol y piedra, con una altura total de 8 metros y medio, a modo de guardián de un espacio natural tan bello como la Cuenca de Tejeda, que se extiende a sus pies. 

Aunque sus dimensiones son incomparables a las del Cristo del Corcovado o el Cristo Rey de Lisboa, el efecto de esta figura, que dibuja su perfil en el horizonte montañoso, impresiona a muchos visitantes y forma parte de la panorámica cotidiana que observan los lugareños desde distintos puntos del pueblo.

Heredero de los labrantes

Entre todas las obras del escultor José Luis Marrero, el Monumento del Corazón de Jesús es la más conocida tanto por su ubicación como por su envergadura. Pero, además de firmar obras de gran tamaño en forma de esculturas urbanas diseñadas para ser expuestas en exterior, el genio aruquense también ha puesto tallas de menor tamaño, a menudo inspiradas en un fuerte arraigo a su tierra.

Prueba de ello es que, además de maestro escultor, se ha convertido en heredero y cronista de la centenaria tradición de cantería del norte de Gran Canaria mediante la publicación de "Los labrantes de Arucas". En esta obra, asimismo, recopila algunas poesías de su propia autoría, de las que podemos extraer estos versos:

Aquel hombre de Arucas

antes de que el sol saliera

ya estaba con el pico

dando forma a nuestra piedra.

A ti, ni el viento ni el sol,

y ni la lluvia siquiera,

a ti, labrante de Arucas,

te ahuyentan de las canteras.

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