La Consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias publicó el pasado 27 de junio un anuncio en el que se somete a información pública la solicitud de autorización administrativa y declaración de utilidad pública para el proyecto que permitirá ampliar la subestación San Agustín 66 kV, al sur de Gran Canaria, en el barranco de Tirajana. Se trata de un movimiento que tiene detrás el propósito de mejorar la calidad del servicio eléctrico de todos los usuarios.
El titular de las instalaciones que se verán sometidas a la reforma es Red Eléctrica, una entidad que tiene entre manos, según han confirmado fuentes de la entidad consultadas por Atlántico Hoy, el objetivo de aumentar la fiabilidad del suministro en el sistema energético de la Isla. Las actuaciones están enmarcadas en el Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica para el periodo que oscila entre 2021 y 2026.
El presupuesto
Desde la empresa, la proyección a cinco años vista es “un instrumento esencial para seguir impulsando el proceso de transición ecológica en el Archipiélago, así como para reforzar la seguridad y calidad del suministro en todas las Islas, especialmente en Gran Canaria y Tenerife”. El presupuesto para la iniciativa que se acometerá en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, que ocupa 88 metros de longitud, es de 699.744 euros.
“De hecho, Canarias es una de las regiones que más inversión recibe en este proceso de Planificación, en concreto más de 800 millones de euros. Recoge actuaciones que reforzarán de forma significativa el mallado de la red de transporte y las interconexiones entre las islas y que también potenciarán la integración de las energías renovables en los sistemas eléctricos insulares”, relata.
Tramo final
Red Eléctrica cuenta a este periódico que en el caso de San Agustín se propone un cambio en la configuración que consiste en la partición de barras y la instalación de una posición de acoplamiento. Narra que para conseguir que sea viable físicamente colocar el acoplamiento, hará falta “desplazar una posición de línea y modificar su entrada en la subestación, convirtiendo el tramo final de aéreo a subterráneo”.
“Este tipo de actuaciones”, dice, “funcionalmente se tratan como Adaptaciones a los Procedimientos de Operación”. La finalidad es dotar de mayor seguridad al sistema. “Forma parte de un conjunto de actuaciones de refuerzo en la red de transporte que fortalecen la seguridad y calidad del suministro, permiten una mayor integración de energías renovables y facilitan el apoyo a nuevos consumos”, sentencia.