Oportunidades de Vida, la ONG dirigida por Rafael Hernández, el presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos en el Archipiélago (COAG), cobra 60 euros por la inscripción a un campamento de verano que tendrá lugar entre los próximos 29 de julio y 3 de agosto. Lo llamativo es que la actividad está financiada por la Consejería de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria con una subvención de 30.000 euros.
Es el tercer año consecutivo que la Asociación organiza, junto a la Iglesia Bautista de El Fondillo de la que Hernández es pastor, el campamento con el dinero recibido por la Corporación Insular. Sin ir más lejos, una denuncia interpuesta contra Hernández y varios de sus familiares el pasado 26 de marzo lo acusaba de haber puesto una tarifa a las familias que estaban interesadas en llevar a sus hijos —en aquel momento se hablaba de que, presuntamente, hacía pagar entre 75 y 80 euros—.
La imagen
La información que ha podido consultar Atlántico Hoy sobre el campamento que se desarrollará en 2024 está reflejada en la cuenta de Instagram de la propia entidad. Hace una semana, Oportunidades de Vida publicó una imagen que aún se puede ver (y que acompaña a este artículo) con el cartel promocional. En la esquina inferior derecha aparece el logo del Cabildo Insular y, justo al lado, se ve en mayúsculas que “financia el Servicio de Presidencia —área encabezada por el consejero Teodoro Sosa—”.
La foto está acompañada de un texto en el que añaden un link para acceder a un formulario de Google —Consúltelo pinchando aquí— para introducir los datos tanto del participante como de sus tutores legales. La sorpresa viene cuando, a mitad de la página, detallan que hay dos tipos de tarifas: la normal cuesta 60 euros y si hay más un niño en la unidad familiar se acogen a un descuento para hermanos de 20 euros cada uno.
Becas
Es curioso porque exponen la existencia de “becas financiadas por el Cabildo de Gran Canaria para las familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad”. Además, avisan que “la inscripción no será validada hasta que el pago esté realizado o aceptada la beca”. Este periódico ha podido acceder a la resolución donde la Institución le dio la subvención de 30.000 euros para el campamento del año pasado y el documento reza que esa cantidad “es el 100% del presupuesto presentado [por Oportunidades de Vida]”. Por lo tanto, se supone que no necesitaría ingresos extra.
A pesar de que la situación este año podría haber cambiado, todo apunta a que continuará igual porque en el Plan Estratégico de Subvenciones para 2024 estaba previsto darle una cifra idéntica. El año pasado justificó que le haría falta 3.000 euros para merchandising —gorras, camisetas o carteles—; 26.100 euros para alquilar las instalaciones en el Garañón —con las comidas incluidas—; y 900 euros para abonar los billetes de avión para personas asistentes y ponentes.
Varios requerimientos
Merece la pena resaltar que la Consejería que gestiona Teodoro Sosa —quien se ha mostrado comprometido con proteger el dinero público en varias comisiones de pleno cuando ha comparecido sobre este asunto a petición de la portavoz adjunta del Partido Popular (PP), Pepa Luzardo— le ha hecho varios requerimientos sobre las subvenciones de 2021, 2022 y 2023 porque las justificaciones estaban incompletas.
Uno de los últimos apercibimientos recoge que constan, en la memoria justificativa aportada, dos carteles informativos del “campamento para niños”. “A fin de valorar convenientemente el alcance real de la promoción de la colaboración del Cabildo de Gran Canaria que, recordemos, subvenciona el 100% de esta actividad, se requiere a la beneficiaria a fin de completar la documentación acreditativa de esta publicidad”, apunta.
Otros datos
La cosa no queda ahí. Le pide que aporte la relación de participantes de cada uno de los campamentos, dejando constancia, de si eran beneficiarios, voluntarios, empleados o ponentes. Da la casualidad de que en 2022 tampoco ofreció la misma información. Por otro lado, Hernández está obligado a facilitar de forma detallada los impuestos indirectos como el IGIC o el IVA, unas cantidades que “no se considerarán gasto subvencionable cuando sean susceptibles de recuperación o compensación”.
Una de las facturas era para alquilar una furgoneta de nueve plazas, pero la Consejería le advierte que es complicado considerarlo un gasto subvencionable al haber un servicio de transporte en la empresa contratada para llevar a cabo las actividades. Algo parecido ocurre con unas compras de alimentación o dos billetes de avión —sobre estos últimos será necesario que justifique “suficientemente” la relación de los pasajeros con el proyecto “dándose además la circunstancia de que la estancia de los mismos se prolonga hasta entre 5 y 8 días después de finalizados los campamentos”—.