El Sindicato de la Policía Nacional (CEP) ha manifestado su indignación ante la falta de un módulo específico para presos en el Hospital Universitario Insular de Gran Canaria. La carencia de una zona de seguridad en el centro médico supone un mayor destino de recursos policiales a la custodia de los detenidos, lo que implica menor disponibilidad de dispositivos para la atención a la ciudadanía, según exponen desde la agrupación. La policía se ha quejado de esta problemática al Gobierno de Canarias a lo largo de 15 años.
Tomás Domínguez, secretario provincial de la CEP en Las Palmas, expone que en 2021 se consiguió llegar a un acuerdo, publicado en el Boletín Oficial del Estado, entre la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y el Gobierno de Canarias para poner en funcionamiento una unidad de custodia hospitalaria, así como una sala de espera en el Hospital Insular de Gran Canaria, destinada a albergar a pacientes procedentes de centros penitenciarios canarios. No obstante, Domínguez declara que la legislatura actual en funciones no llevó a cabo ninguna acción al respecto.
Falta de acción
La creación del módulo conllevaría una menor necesidad de asistencia policial en las instalaciones sanitarias. Domínguez explica que “cada detenido debe ir con dos funcionarios, por lo que si hay siete presos, es necesaria la presencia de 14 policías custodiando a los internos”. Con la puesta en marcha de una zona de seguridad, el número de policías necesarios se reduciría y “el resto de equipos se destinaría al servicio de atención a la ciudadanía”, puntualiza, ya que los puestos serían ocupados por dos o tres agentes.
En el caso de la isla de Tenerife, el Hospital de la Candelaria sí dispone de una unidad específica de atención a presos con su respectiva zona de seguridad, según comenta Domínguez. En su opinión, es clave la implantación de un sector determinado en el centro sanitario de la capital grancanaria, dado el número de habitantes y los dos centros penitenciarios ubicados en la isla. “Hay que hacérselo pensar al político de turno. No ha habido el impulso por el gobierno anterior de llevar a cabo el proyecto”, añade. Desde CEP, esperan que el nuevo equipo de gobierno en las islas responda a su petición, ya que consideran que se trata de una problemática que pone en riesgo a la población.
Vehículos destinados
El secretario provincial enuncia que no es normal la presencia de tantos coches policiales en el hospital. Este incremento de la necesidad de asistencia policial en el centro hospitalario suele producirse en verano, coincidiendo con las vacaciones. Asimismo, este año se ha elevado debido al aumento de presos que requieren de atención médica, interpreta Domínguez. “Durante todo el año, siempre hay custodias hospitalarias, entre dos o cuatro, pero este último mes se han incrementado mucho”, dice.
En la Policía Nacional tienen establecido un personal específico dedicado a las custodias hospitalarias. No obstante, cuando sobresale el número de detenidos que deben ser escoltados, se hace uso de los dispositivos destinados a la atención a la ciudadanía. “Por lo que los vehículos que deberían estar patrullando las calles, se dedican a la custodia de los presos”, señala Domínguez. Añade que la llegada de migrantes también genera la necesidad de establecer equipos policiales.
Sin dispositivos
Según detallan desde CEP, por el día hay más servicios de unidades; sin embargo, por la noche, solo disponen de seis o sietes dispositivos para toda la ciudad. Con el incremento de vehículos destinados a la custodia de presos en el hospital, “están saliendo una o dos unidades en los mejores de los casos”. El secretario provincial relata que cuando un grupo policial interviene en una detención, se mantiene ocupado un par de horas, así como en caso de sufrir una agresión, el dispositivo queda fuera de servicio. La falta de coches también la ven reflejada al acudir a “una riña”, dado que “deben ir varios equipos de apoyo”.
Como resultado de la falta de indicativos en las calles, los policías se han visto perjudicados. “El domingo, un compañero fue lesionado durante una atención a un caso de violencia de género. Durante cuatro horas, no hubo nadie disponible en la calle”, cuenta Domínguez. Considera que “se está viendo que aunque la policía ponga muchos recursos, no da avío”.