Agentes de la Policía Nacional han detenido en el municipio de Telde a tres hombres de 33, 42 y 59 años de edad y a una mujer de 41, todos ellos sin antecedentes policiales, como presuntos autores de un delito de pertenencia a organización criminal y otro contra los derechos de los trabajadores. Los mismos ostentaban distintos cargos dentro de una conocida empresa de transporte y mecánica de Telde que empleaba a extranjeros, principalmente de nacionalidad venezolana, a quienes hacían trabajar a cambio de comida y alojamiento en infraviviendas construidas en un solar de Lomo Bristol.
Con la colaboración del Servicio de Medios Aéreos de la Policía Nacional, los investigadores pudieron comprobar entonces la veracidad de los hechos denunciados y constatar, además, la presencia de un amplio grupo de ciudadanos extranjeros realizando trabajos en dos solares propiedad de la citada empresa.
Inspección
Junto a miembros de Inspección de Trabajo y Seguridad Social (además de Riesgos Laborales) y agentes de la Unidad de Medio Ambiente (UMAT) de la Policía Local de Telde, la Policía Nacional llevó a cabo una inspección en los solares, donde fueron identificadas siete personas objeto de explotación laboral.
El principal investigado, conocido entre los trabajadores como “el patrón”, creó presuntamente en torno a la citada empresa tres estructuras delictivas duraderas, la primera que iniciaba la mayoría de las gestiones relacionadas con la explotación laboral de ciudadanos extranjeros; la segunda relacionada con la recepción y el alojamiento de los mismos y la tercera, de la que se sospecha podría encargarse del favorecimiento de la inmigración ilegal o el tráfico de personas.
Fraude de fluido eléctrico
La intervención policial culminó con la detención de tres hombres y de una mujer, responsables de distintas áreas dentro de la estructura delictiva, como presuntos autores de delitos de pertenencia a organización criminal y contra los derechos de los trabajadores. La presente investigación no se da aún por finalizada.
Por último, se pudo constatar también un fraude de fluido eléctrico superior a los 15.000 euros (más de 75.000 kW) desde que la empresa inició su actividad laboral.