El Cabildo de Gran Canaria ha declarado de interés público y social el proyecto Instalación y explotación de planta aislada de tratamiento de fangos deshidratados, mediante secado solar con medidas de control de impacto ambiental en la zona de Botija, en Gáldar. El Consejo de Gobierno insular considera que la iniciativa favorece "la protección del medioambiente y fomenta la salud y el bienestar de las y de los grancanarios, y el desarrollo sostenible de la isla", ha expresado la corporación en un comunicado.
En el expediente se argumenta que "contribuye a la protección del medio ambiente", ya que la implantación de la planta de secado de lodos es, "en sí misma, una gran oportunidad de mejora en cuanto a la reducción del volumen de residuos a depositar en el vertedero" que, además, "aprovecha en este proceso una fuente de energía limpia, renovable e inagotable".
Reutilización de residuos
Asimismo, el Cabildo ha puesto de relieve que la actividad que desarrolla esta planta "permite la reutilización y valorización de los residuos procedentes de las depuradoras", toda vez que el fango seco estabilizado posee "múltiples aplicaciones", como la generación de energía térmica y eléctrica, la biorremediación y reestructuración de suelos o el aprovechamiento para uso agrícola como abono o compost, además de permitir "su estudio como vía de recuperación de fósforo", que es un producto "escaso y no renovable a escala mundial.
Del mismo modo, incide en que, de acuerdo con el informe del Servicio Técnico de Planeamiento y Paisaje, y de conformidad con la Sentencia y posterior Decreto que declara su firmeza del Tribunal Superior de Justicia de Canarias Sala de lo Contencioso Sección Segunda, esta instalación no se encuentra prohibida por el planeamiento insular y se ajusta a los requisitos establecidos en el artículo 62 de la Ley 4/2017 de 13 de mayo, del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias, y que su implantación en suelo rústico está justificada.
Ciclo del residuo
La corporación insular aduce que la iniciativa impulsa la ordenación y el desarrollo rural, puesto que el proyecto, para la valorización de la biomasa, busca el cierre del ciclo del residuo, es decir, su aprovechamiento hasta alcanzar el punto de vertido cero; incluye la posibilidad del provecho agrícola y potencia la puesta en valor de la zona en la que se ubica, lo que genera actividad económica y de carácter sostenible en la misma.
Este acuerdo recoge que se deberá estudiar la viabilidad técnica del uso de terraplenes reforzados con escollera o vegetación o, alternativamente, con muro de escollera, para la nivelación de la parcela, frente a la solución de los muros de hormigón armado previstos en el proyecto, de forma que, una vez agotado el período de arrendamiento, el terreno pueda recuperar con mayor facilidad su estado inicial.