Gilberto Moreno, director del Museo Elder, defiende que el uso de la tecnología en el sistema educativo es una oportunidad a la que no hay que dar la espalda. Además, respalda la idea de aprender a usarla desde edades tempranas para no caer en la sobreexposición a la información o el abuso de los dispositivos electrónicos. Por ello, puso de manifiesto que las TIC ofrecen un universo casi infinito de herramientas y posibilidades que se pueden aplicar al sistema educativo.
De esta forma, se crea el ‘I Foro de Reeducación: Nuevos Retos, Nuevos Paradigmas’ para dedicar un espacio al uso de la tecnología en la educación. Las Tecnologías de la Información y los nuevos modelos divulgativos han pasado a formar parte de los formatos habituales para hacer llegar a los visitantes del centro la transmisión de conocimientos, e incluso hacer entender las herramientas que sirven para almacenar, procesar y recuperar los datos a través de diferentes soportes electrónicos.
Aprovechar oportunidades
“El uso de las TIC en los modelos educativos ha ido evolucionando y es necesario hacer una reflexión en su uso, conociendo sus ventajas e inconvenientes”, señala Moreno. Las TIC son instrumentos utilizados para pensar, aprender, conocer, representar y transmitir a otras personas y otras generaciones los conocimientos y los aprendizajes adquiridos”, añade. Y, por eso, es necesario que una escuela sepa aprovechar estas oportunidades para incrementar la eficacia del sistema educativo.
“El estudiante cargado de libros y carpetas, que escuchaba las exposiciones del profesor y aprendía de modo secuencial mediante un esfuerzo de memorización de extensos apuntes manuscritos, es cosa del pasado”. Ahora, se va a clase con tablets y portátiles, el alumnado quiere adquirir conocimientos a través de sus propias experiencias y no desean ser meros oyentes. Para Moreno, estas herramientas han dejado de ser una opción, “debe ser un contenido más del currículo educativo. Y no sólo para los estudiantes”.
El papel docente
”No basta con que emplees una tablet para exponer el contenido de la clase; debe haber un cambio más profundo que adapte la práctica docente al nuevo modelo de aprendizaje del siglo XXI”. Y la clave para que esto sea un éxito es el papel del docente. En este sentido, el director del Museo Elder comentó que aspectos como la curiosidad del estudiante o la apuesta por la colaboración son cruciales para lograr que “el abandono de modelos de enseñanza más tradicionales desemboque en estilos más efectivos e innovadores”. En este sentido, Moreno señaló aspectos como el diseño inverso, el aprendizaje colaborativo, el visual thinking o el design thinking como posibilidades para precipitar este cambio.
Pese a las múltiples ventajas que presentan, el uso de las TIC en la educación también comporta retos u obstáculos a los que hay que enfrentarse como docente: la garantía de la seguridad digital, la diferenciación del contenido de valor sobre contenidos inapropiados o falsos o la adaptación de las herramientas y las metodologías a los estudiantes en función de sus capacidades, estimulando además como una de las partes más importantes, el pensamiento crítico.