El Ayuntamiento de Mogán (Gran Canaria) aprobará en el pleno del próximo 12 de diciembre la tasa turística que anunció la alcaldesa, Onalia Bueno, hace siete meses. La primera edil explicó este jueves que cada visitante —sea residente o no— alojado en un hotel, apartamento o vivienda vacacional, deberá pagar 0,15 euros a partir del 1 de enero de 2025. El Consistorio prevé así recaudar unos 10 millones de euros entre el año que viene y el siguiente —cuando la cuantía ascienda según las necesidades de la corporación municipal—.
La regidora presumió de que el Consistorio sureño saque adelante “la primera tasa turística de España”. Quizás habrá personas que se les venga a la mente las cantidades que se deben pagar en otros territorios como Cataluña o Baleares —así como Galicia dentro de un mes—, pero la alcaldesa insistió en que en esas comunidades lo que se abona, en realidad, es un impuesto —no es lo mismo aunque lo parezca—. El objetivo de Mogán es acabar con la infrafinanciación que, según Bueno, padecen los municipios que reciben un gran número de visitantes al año.
¿Tasa o impuesto?
Antes de continuar y para salir de dudas, merece la pena detenerse en cuál es la diferencia entre una tasa —como la de Mogán— y un impuesto. La primera edil puso sobre la mesa que su medida es finalista para suplir los costes en infraestructuras, actividades y promoción turística. Mientras que un impuesto se puede destinar para cualquier cuestión —en el caso de Cataluña la mitad va para los municipios que viven del turismo y el resto se queda en las arcas de la Generalitat—. Solo coinciden en que ambas se recaudan en los alojamientos donde los visitantes pernoctan.
El municipio ubicado al suroeste de Gran Canaria está harto del esfuerzo económico que deben realizar a pesar de contar con un déficit financiero importante. La razón es que a la hora de hacer el reparto de recursos a nivel nacional o autonómico, las localidades turísticas son tratadas como las demás aunque su población diaria es mucho mayor a la que está registrada en el censo.
Residentes
En el caso de Mogán, el padrón cuenta con 21.175 residentes, pero cada jornada pisan el municipio 48.214 personas. “Queremos buscar una financiación extra ante el déficit presupuestario derivado de la acción turística”, remarcó Bueno. Como ejemplo dijo que el Ayuntamiento cuenta con 50 policías locales a pesar de que, si se tuviera en cuenta, la población real, haría falta el doble de agentes.
“Los municipios turísticos”, apuntó la alcaldesa, "tenemos que asumir unos costes para los que no estamos preparados”. “En Mogán no podemos esperar más, como alcaldesa me veo en la obligación de aprobar la tasa”, apostilló. La finalidad es cubrir, proporcionalmente, el gasto que los turistas general para que los vecinos no sufran una mayor presión fiscal.
Déficit
La tasa turística de Mogán, en su primer año de aplicación, podrá recaudar —según los cálculos del Ayuntamiento— 1.215.590,07 euros, se trata del 44,75% de los 2,7 millones de déficit que padece el Consistorio cada año por los costes directos del turismo. Los 0,15 euros que costará los primeros 12 meses serán por turista y día —no estarán exentos los residente canarios, ni siquiera los del propio municipio si se hospedan en un municipio turístico—.
Uno de los temas que más controversia genera de cobrar un impuesto —o tasa en este caso— a los visitantes es que puede provocar un rechazo a los extranjeros a la hora de visitar las Islas. Pero en este caso su gasto medio apenas variaría. “Son solo tres monedas de cobre que tenemos todos en la cartera” dijo la alcaldesa para ejemplificarlo de manera gráfica.
¿Y en 2026?
En 2026 la cosa cambiará porque subirá un poco dependiendo de las necesidades que pueda tener el Consistorio —siempre desde el punto de vista turístico dado que la tasa tiene un carácter finalista—. La previsión es que en ese año haya que pagar 1,14 euros —podría ser más—, con lo que recaudaría 8.950.000 euros. Con todo ese dinero el Consistorio proyecta sacar adelante una inversión de 20 millones en la urbanización de Puerto Rico, zona que en su día fue “la joya de la corona”. Además, se plantean tres parques urbanos o mejorar la carretera GC-500.
Otra de las polémicas ha girado en torno a las competencias para aplicarla: los impuestos corresponden a las comunidades autónomas y las tasas a los ayuntamientos. Por lo tanto, la ley permite que Mogán la aplique. Con la llegada del cero turístico que causó la pandemia, el Consistorio se percató del coste provocado por la llegada de visitantes al comparar 2019 y 2020.
Economía circular
Estudiaron ámbitos como la economía circular, el ciclo integral del agua y la promoción turística hasta llegar a la conclusión de que hay 2.716.402,40 euros de costes no financieros. Se trata de un dinero que el Ayuntamiento debía sacar de los impuestos municipales que pagan los residentes y eliminaba la posibilidad de destinarlo a otros proyectos.
La alcaldesa, que se reunirá el 13 de diciembre con los empresarios del sector para hablar sobre la tasa, quiso dejar claro que Mogán no da la espalda al turismo. “Bienvenido y bendito sea, pero con unos servicios de mejor calidad”, aseveró.