El proyecto Masdunas, iniciado en 2018, ha tenido un impacto positivo en la restauración ecológica de la Reserva Natural de Maspalomas en Gran Canaria. Esta iniciativa ha logrado revertir los efectos del deterioro causado por la presión turística y el cambio climático, gracias a la incorporación de 60.000 metros cúbicos de arena y la plantación de 1.061 balancones, una especie autóctona fundamental para la estabilidad del ecosistema dunar.
El consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Raúl García Brink, presentó los avances en una rueda de prensa destacando que los resultados del proyecto ya son visibles a simple vista para quienes frecuentan la zona. Estas acciones forman parte de una estrategia a largo plazo para frenar la degradación ambiental y recuperar la biodiversidad de la reserva. García Brink destacó que el éxito de Masdunas es tangible, especialmente para aquellos que caminan desde Playa del Inglés hasta Punta de la Bajeta.
Desafíos
En estos seis años de trabajo, el equipo responsable ha enfrentado varios desafíos en un entorno natural tan dinámico y frágil. La responsable del proyecto, Lidia Suárez, destacó la importancia de medidas como la reubicación de las hamacas, que anteriormente desplazaban hasta el 60% del sedimento que debería permanecer en la duna. Además, se han regulado los senderos y se ha trabajado en la eliminación de flora y fauna invasora que competía con las especies autóctonas.
Manuel Viera, doctor en gestión costera de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y encargado del seguimiento del proyecto, subrayó que la protección de las dunas depende en gran parte de las pantallas opacas que se han instalado para fomentar el crecimiento de los balancones, una planta esencial para combatir la erosión y conservar la línea costera.
Continuidad
La segunda fase del proyecto Masdunas culmina en 2025, pero el Cabildo de Gran Canaria ha garantizado su continuidad, dada la importancia ecológica y económica de la reserva. Según Marta Martínez, responsable de la Reserva, los balancones y el sistema dunar cumplen una función vital en la protección frente al cambio climático y la presión turística.
Además de las acciones directas de regeneración, el proyecto incluye una campaña de sensibilización titulada 'Tu mirada, la única huella', que promueve visitas guiadas y la educación ambiental para dar a conocer los valores de la Reserva Natural. Los visitantes pueden disfrutar de ocho kilómetros de senderos, un observatorio de aves y el parque reserva Tony Gallardo, un espacio que permite disfrutar del entorno natural sin impactarlo negativamente.
Publicación didáctica
La Consejería de Medio Ambiente ha editado una publicación titulada Renaturalización frente al cambio climático, con fines didácticos para concienciar a la población sobre la importancia de proteger este enclave natural. Este proyecto representa un modelo de éxito en la recuperación de ecosistemas costeros, sirviendo como ejemplo de cómo la inversión en sostenibilidad puede transformar áreas afectadas por la actividad humana en espacios prósperos para la biodiversidad y la sostenibilidad turística.
El esfuerzo por restaurar la Reserva Natural de Maspalomas ha sido posible gracias a la colaboración de Gesplan, una empresa de gestión territorial que ha trabajado en conjunto con el Gobierno de Canarias. Suárez y su equipo consideran que este proyecto es solo el principio de un largo proceso que garantizará la protección de uno de los espacios naturales más emblemáticos de Gran Canaria.