La Guardia Civil de Gran Canaria ha identificado a una serie de personas como presuntos autores de un delito grave de estafa bancaria, al provocar perjuicio económico por valor de 93.000 euros a varios autónomos y PYMES. En una de las denuncias de un organismo público se logró recuperar la totalidad del importe defraudado, que se encuentra en torno a los 13.021 euros. Otro de los denunciantes, una conocida cadena de supermercados de ámbito autonómico, denunció una estafa de 70.139 euros, recuperándose en torno a los 64.000. El tercero es una PYME que denunció la sustracción de unos 25.517 euros y ha recuperado en torno a los 16.000 euros.
La Guardia Civil tuvo constancia de estos hechos tras varias denuncias presentadas entre los meses de mayo a junio de este año. Las tres empresas pusieron en conocimiento del cuerpo que habían sido víctimas de una estafa. Tras ordenar la transferencia del dinero a su proveedor habitual, este les reclamó el importe, algo que les pareció sospechoso. Al verificar la operación, se percataron de que la cuenta bancaria a la que normalmente se realizaban los pagos no era la misma.
¿Cómo lo hicieron?
Antes del pago, los denunciantes habían recibido un correo electrónico creado por los ciberdelincuentes en la que les comunicaban que habían cambiado de entidad bancaria y los pagos debían hacerse en una nueva cuenta corriente.
Los ciberdelincuentes, tras interceptar las comunicaciones entre las empresas perjudicadas con su proveedor, detectaron que existían operaciones pendientes de pago. Posteriormente, al determinar la fecha en la que se iba a realizar la transferencia, manipularon el documento adjunto de la factura, respetando el formato del proveedor e incluyendo el nuevo número de cuenta (propiedad de los autores).
Colaboración imprescindible de los bancos
Por todo ello, el Equipo de Gran Canaria de la Guardia Civil especializado en delitos tecnológicos inició la investigación y coordinación con las diferentes entidades de crédito y operadoras de servicios financieros, con el objetivo de interceptar el importe transferido.
Gracias al minucioso análisis de los datos aportados por los perjudicados y los obtenidos por las entidades de crédito, se pudo determinar el modus operandi, denominado en el argot policial "hombre en el medio", y la presunta autoría de los hechos investigados.
Dada la inmediatez con la que se realizaron los requerimientos policiales y gracias a la colaboración de las entidades bancarias, se pudieron bloquear hasta 93.000 euros y recuperar gran parte del dinero sustraído, dándose la circunstancia de que en uno de los casos se llegó a recuperar el importe íntegro, el cual ha quedado a disposición de la Autoridad Judicial. El importe no recuperado fue transferido por los presuntos autores a otras cuentas, por lo que no se descarta que se identifique a más autores de los hechos.