La Viceconsejería de Lucha contra el Cambio Climático y Transición Ecológica ha publicado este lunes en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) el Acuerdo de la Comisión Autonómica de Evaluación Ambiental, de 29 de noviembre, que consiste en el Informe de Impacto Ambiental que da el visto bueno al Proyecto de cultivo de lubina orquestado por la entidad Aquanaria S.L. que se instalará entre el puerto de Salinetas y el morro de Tufia en el municipio de Telde (Gran Canaria).
La futura piscifactoría consistirá en una granja marina conformada por 36 jaulas de treinta metros de diámetro, y que ocupa una superficie aproximada de 707 metros cuadrados, organizadas en tres entramados de doce jaulas cada uno. La concesión total que hará falta será de 1.367.014,4 m2.
Conclusiones del informe
El documento que se ha hecho público determina que “el mismo no tiene efectos adversos significativos sobre el medioambiente, por lo que no debe someterse al procedimiento de evaluación de impacto ambiental ordinaria, siempre y cuando se cumplan las medidas ambientales previstas en el anexo”.
La Comisión Autonómica de Evaluación Ambiental ha concluido que este informe de impacto ambiental no debería incorporar ningún pronunciamiento sobre cuestiones urbanísticas, territoriales, procedimientos judiciales en curso, ni sobre la titularidad de los terrenos afectados por el proyecto.
Principales impactos
Aquanaria cuenta con unas instalaciones en Castillo del Romeral donde las lubinas serán engordadas y vacunadas hasta alcanzar los 25 g que es el peso de siembra. Luego, serán trasladadas hasta Taliarte y las entradas de peces en las jaulas de cultivo en mar abierto se realizarán a razón de nueve lotes cada año. En cada lote habrá 275.000 peces. Cerca de Taliarte, la compañía dispone de cincuenta metros cuadrados para acumular pienso y para guardar materiales.
En el documento publicado en el BOC, se especifican los principales impactos potenciales que podría acarrear este proyecto al medioambiente y que se deben tener en consideración. Los han dividido en impactos de las fases de instalación, funcionamiento y desmantelamiento.
Tráfico de embarcaciones
En la fase de instalación deben tener en cuenta los promotores del proyecto el tráfico de embarcaciones por la emisión de gases y ruidos. Así como el traslado e instalación de muertos y amarres por la alteración del fondo marino; y, por último, el traslado e instalación de jaulas y sus elementos.
En la fase de funcionamiento algunos de los puntos principales que atender son la acumulación de residuos bajo las jaulas y en su entorno, la interacción y acumulación con las comunidades de peces salvajes, así como las posibles alteraciones del paisaje. En el desmantelamiento lo más importante es, además del tráfico de embarcaciones, la retirada de los elementos de la granja.
Consideraciones en Salinetas
En el puerto de Salinetas, uno de los que se incluyen en el proyecto, se han considerado una serie de cuestiones a las que atender. “Es fundamental tener en cuenta no solo el muelle, sino también el campo de boyas haciendo especial referencia a que se trata de una terminal de mercancías peligrosas donde maniobran buques de hasta 220 metros cargados de productos de hidrocarburos”, explica el informe.
La Comisión Autonómica de Evaluación Ambiental ha considerado que uno de los riesgos es que se trata del puerto con el mayor número de abortos de maniobras o salidas a la mar por el mal tiempo de los que se encuentran en la isla. También especifican que “los buques que frecuentan dicho puerto deben esperar una media de cuarenta minutos a que los servicios técnico-náuticos de remolcadores y Prácticos se desplacen hasta su posición desde el Puerto de Las Palmas".