El Cabildo de Gran Canaria ha sacado a licitación las obras del proyecto del emisario submarino de Bocabarranco, que requieren una inversión total de 8.948.259 euros. Con esta iniciativa, el Gobierno insular, proporcionará una solución definitiva a las carencias que presentan actualmente las infraestructuras de saneamiento y depuración de aguas residuales de los municipios de Gáldar y Guía, en lo que se refiere al vertido de aguas depuradas, y a las salmueras de rechazo procedentes de las plantas de desalación de agua de mar de la zona.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, asegura que "se trata de una obra absolutamente necesaria, que llevaba esperan más de diez años para hacerse realidad” e incide en que “el objetivo de esta acción es llevar mar adentro las aguas tratadas en la depuradora que no sean reutilizadas para el sector primario y los vertidos de la salmuera. De esta manera, se hace posible que no se viertan en la misma playa, aunque se trate de aguas tratadas, como viene sucediendo hasta este momento”.
Función del emisario
En estos momentos, la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Guía-Gáldar y las estaciones desaladoras de agua de mar (EDAM) de Bocabarranco y Agragua no cuentan con un sistema de vertido adecuado a las características del agua que producen, por lo que se pretende realizar el vertido conjunto mediante el que será el emisario submarino de Bocabarranco.
Para lograrlo, la nueva infraestructura presentará un trazado distinto a la conducción de desagüe ya existente y permitirá el vertido de las aguas depuradas procedentes de esas instalaciones conforme a la legislación vigente, garantizando la protección ambiental de la zona de vertido y la calidad de las aguas marinas en los lugares de baño del litoral afectadas, entre los que se halla la misma playa de Bocabarranco, que se recuperará para el uso de la ciudadanía.
Disminuir el trazado terrestre
Con esta solución, se consigue minimizar el trazado terrestre, ya que partirá de las proximidades del punto de conexión del emisario ya existente y discurrirá paralelo a las canalizaciones instaladas en el lecho del Barranco de Gáldar, en las inmediaciones de las desaladoras.
Con el empleo de esta alternativa también se logrará una mayor eficiencia tecnológica en la perforación, ya que, como consecuencia de la evolución tecnológica, el microtúnel se creará con el sistema de perforación horizontal dirigida, que hace posible realizarlo con un diámetro exterior máximo de 0,80 metros, lo que reducirá tanto el tiempo de ejecución como sus costes.
De igual manera, supondrá un menor impacto ambiental, debido a que ese proceso de perforación no requiere excavar un pozo de rescate del sistema, por lo que no es necesario utilizar explosivos para crearlo. Y, además, la reducción del diámetro exterior de ese microtúnel dará lugar a menos consumo de recursos y a una menor generación de residuos, con el consiguiente ahorro económico que ello supone.