Canarias, con su riqueza histórica y paisajística, alberga historias que parecen sacadas de un cuento.
Una de las más fascinantes es la de una singular cabaña construida sobre una roca en el mar. Aunque ya no existe, su legado sigue vivo en la memoria colectiva de los canarios.
Así era la casa que ha desaparecido
En los años 50, Gran Canaria era testigo de una escena única: una casita azul de madera, conocida como la cabaña de la Peña de La Gaviota, destacaba sobre una enorme roca en la costa norte de la isla.
Ubicada junto a la carretera vieja que conectaba Las Palmas con Agaete, esta estructura capturaba la imaginación de quienes pasaban por allí, especialmente de los niños, que soñaban con las historias que podrían esconderse tras su peculiar ubicación.
Un refugio creado con ingenio
Construida por Luis Calderón, un maestro de escuela, músico y fotógrafo amateur, esta cabaña era mucho más que una simple estructura. Calderón buscaba un lugar donde escapar del bullicio de la ciudad y encontró en esta roca su refugio perfecto. Utilizó madera de los astilleros locales para erigirla, incorporando una pasarela que la conectaba con tierra firme.
La peculiaridad de este refugio era que, durante la marea alta, quedaba completamente aislado, sumido en una tranquilidad absoluta que solo el mar podía ofrecer. Su famoso color azul y su ubicación inusual la convirtieron en un punto de referencia y un símbolo de la creatividad y el ingenio humano.
¿Por qué desapareció la cabaña?
El destino de la cabaña cambió con la construcción de la nueva carretera GC-2 en los años 70. Para ganar terreno al mar y facilitar la obra, se decidió demoler la roca que la albergaba.
Así, la cabaña de la Peña de La Gaviota desapareció físicamente, llevándose consigo un capítulo importante de la memoria local.
Un símbolo de nostalgia
Aunque la cabaña ya no está, su legado sigue vivo. Para quienes la vieron, representa una época más simple, una muestra de lo que el ingenio y la determinación pueden lograr. Además, su historia continúa siendo contada en las conversaciones de quienes recuerdan con cariño aquel pequeño refugio sobre el mar.
La cabaña de la Peña de La Gaviota es mucho más que una construcción que ya no existe; es un símbolo de creatividad, libertad y nostalgia, un ejemplo del equilibrio entre el ser humano y la naturaleza que alguna vez fue posible en Canarias. Aunque el desarrollo urbano la borró del mapa, permanece intacta en el imaginario colectivo de una isla que nunca la olvidará.