Bomberos de toda España y Brasil pusieron hoy en práctica la novedosa evacuación con sistema de recuperación de cuerda para grandes paredes en el marco de las I Jornadas de Tecnificación de Intervenciones en Media Montaña del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, que también acogió el espectacular rescate de una víctima de un vehículo que cayó 20 metros y al que tuvieron que descender colgados para utilizar suspendidos separadores y cizallas que pesan 25 kilos, un escenario exigente e inédito en este tipo de encuentros.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, el del Consorcio, Pedro Justo Brito, el alcalde de Tejeda, Francisco Perera, y el gerente del ente, Emilio Duch, no quisieron perderse este acontecimiento que se desarrolló en un imponente enclave y poder, además, reconocer la implicación de los promotores de esta iniciativa, Ismael Pitti junto a César Martínez y Alberto Barrio de la mano de una quincena de compañeros bajo la organización de la técnico en Prevención Coralia Herrera, quienes congregaron a un centenar de profesionales en las charlas y vieron desbordarse las plazas destinadas a bomberos que realizaran el circuito de rescates, de hecho pasaron de treinta a casi cuarenta.
"Voluntad de formación"
“Quiero reconocer la voluntad de formación continua de los bomberos de Gran Canaria. Estar aquí tiene una doble función, de un lado el intercambio de conocimientos para atender las situaciones que se dan en media montaña, y de otro sensibilizar a la población de la necesidad de protegernos y no poner en riesgo a los que nos protegen”, subrayó Morales, quien resaltó la vocación de continuidad de este encuentro que permitirá “ampliar el espectro de temas en los que profundizar”.
“Aprendemos para llevarnos los conocimientos en la caja de herramientas”, agregó el sargento del cuerpo de bomberos de Málaga Antonio Ávila, quien aseguró que este tipo de encuentros tienen “toda la importancia, hay que agradecer a los compañeros del Consorcio la que han liado aquí, no es nada fácil y el marco es incomparable”. No en vano, prosiguió Pitti, “el riesgo cero en la montaña no existe”, y deben estar preparados para cualquier situación por desafiante que sea.
Recuperación de cuerdas
No solo fueron capaces de llegar a la víctima del interior del vehículo y utilizar herramientas de excarcelación colgados, sino que lograron extraerla, encamillarla y elevarla hasta la parte alta de la gran pared. Además, tuvieron la oportunidad de practicar el novedoso sistema de recuperación de cuerda, solo utilizado en España por el grupo de Alta Montaña de la Guardia Civil y en el que se han tecnificado los bomberos para atender las nuevas situaciones que han traído el incremento de afluencia de personas a la montaña, unas enseñanzas que resultaron de gran interés para el colectivo.
Tanto es así que la charla previa del cabo Ismael Pitti sobre el funcionamiento de la placa tótem para la evacuación en este sistema despertó una gran expectación entre los asistentes (https://youtube.com/watch?v=zByXlqtNqW0&feature=shared), que transitaban Tejeda imbuidos en la operación. “Aflojas el nudo y lo pasas”, “sí, pero después hay que volver a empalmar”, comentaban para dominar la teoría antes de colgarse en la pared.
Los anclajes se instalan de dos en dos y a mayor distancia que los anclajes del sistema de cuerda fija, cada sesenta metros, y permite recoger la cuerda para volver a realizar la misma operación, de manera que permite llegar a víctimas situadas a 200, 400 o incluso 1.000 metros. Al alcanzar a la víctima entra en juego el uso de la placa tótem, que soporta a cinco personas, así que pueden ser rescatadas cuatro personas asistidas por un rescatador. Esta opción es mucho más rápida de ejecutar, es para paredes totalmente verticales con evacuación por la parte inferior.
Cuerda fija
Los bomberos también entrenaron el sistema que más conocen y el más utilizado, el de cuerda fija, consistente en instalar un anclaje en cada accidente de la pared que evite el roce y la posible rotura de la cuerda -el anterior no lo precisa-, lo que proporciona otro punto de apoyo y el denominado fraccionamiento del descenso. Soporta tantas personas como tramos tenga.
La ventaja de este sistema es que se puede utilizar en cualquier pared, así tenga salientes o tramos en diagonal o incluso horizontal, permite evacuaciones tanto por la parte superior como inferior de la pared, pues la cuerda queda instalada y permite descender o volver a ascender. La desventaja es que son precisos tantos metros de cuerda como altura tenga la pared, 250 por ejemplo, más un porcentaje para los nudos, o el doble si se decide instalar una segunda vía por seguridad, es decir en torno a 600 metros. Finalmente entrenaron las evacuaciones de personas encamilladas en un terreno inclinado en en un talud, una situación que puede ser compleja y es de las más habituales
En todo caso, el mejor accidente es el que no sucede y con las medidas de precaución precisas, el 90 por ciento de las incidencias, sea escalando o de senderismo, no ocurrirían, por lo que la petición giró, una vez más, en salir siempre preparados y tomar conciencia de que en la montaña, el riesgo cero no existe.