Da igual si a usted le gusta el reguetón o lo detesta. Guarde los prejuicios en un cajón bajo siete llaves. Si ha nacido en cualquiera de los barrios humildes que marcan el carácter de Las Palmas de Gran Canaria —donde conviven los que siempre pagan la cuenta—, hay una canción de Calle 13, llamada La Perla, que probablemente le puede tocar la patata. Sobre la melodía de Visitante y junto a las rimas de Residente, Rubén Blades canta “esa pared del barrio, y eso es pa’ que te asombres, cincuenta años más tarde todavía guarda mi nombre. Aquí no se perdona al tonto majadero, aquí de nada vale tu apellido, tu dinero. Se respeta el carácter de la gente con que andamos; nacimo’ de muchas madres, pero aquí solo hay hermanos”.
Ese estribillo, que habla de un arrabal de San Juan, en Puerto Rico, pero sirve para formular un retrato de La Isleta, el Polígono de San Cristóbal, Pedro Infinito, La Feria, Escaleritas, Tamaraceite o el Risco de San Nicolás. Esa pared de la que habla Rubén Blades bien podría estar en la calle Espiga del barrio de San José, donde creció Aridany Romero Vega (12 de agosto de 1979), un vecino más de una familia conocida como Los Santos. Desde esa base humilde, el actual consejero de Deportes del Cabildo ha trabajado para convertir a Gran Canaria en un epicentro deportivo global, logrando hitos que quedarán grabados en la historia de la isla.
De San José al éxito
Aridany Romero siempre estuvo rodeado de valores como el trabajo duro y la dedicación. Aunque algo trasto y malote en su infancia, su determinación le llevó a convertirse en funcionario, logrando plaza como Responsable de Sistemas de Seguridad Informática en Puertos de Las Palmas tras completar sus estudios en el Instituto Politécnico. En ese puesto, se especializó en áreas de alta complejidad como la virtualización, la ciberseguridad y la gestión de infraestructuras críticas.
Sin embargo, detrás del técnico había un apasionado del deporte y un militante comprometido con la mejora de su comunidad. Aficionado al judo y al jujitsu, encontró en los deportes de contacto una manera de canalizar su energía y reforzar los valores de disciplina y perseverancia que siempre le han guiado.
Deporte y música
Desde joven, Aridany sintió una conexión especial con la música. Aunque se inclina por el rock y la música indie, su canción favorita es El Marido de la Peluquera de Pedro Guerra —después de todo es un blando—, un tema que combina la sensibilidad artística con historias cotidianas. Esa misma sensibilidad es la que le ha permitido conectar con la gente y entender las necesidades de los barrios y los deportistas de base.
Padre de dos hijos y pareja de Yurena Carballo, Aridany Romero ha sabido equilibrar su vida familiar con los retos de su carrera política. Militante del PSOE desde su juventud, encontró en la política una herramienta para transformar su entorno y dejar una huella duradera.
De concejal a consejero
Como concejal de Deportes en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Aridany demostró que el área no tenía que ser una María sin presupuesto ni impacto real. Al comenzar su mandato, contaba con apenas cuatro millones de euros para gestionar y mejorar las infraestructuras deportivas del municipio. Al finalizar su etapa, ese presupuesto se había multiplicado hasta superar los 20 millones de euros, destinados a la mejora de instalaciones, la promoción del deporte base y el apoyo a clubes y deportistas.
Bajo su gestión, el municipio vivió una transformación significativa: se rehabilitaron campos y canchas, se implementaron subvenciones históricas y se promovió el acceso al deporte como una herramienta de cohesión social.
Gran Canaria, mundial
Ahora, como consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria, Aridany Romero lidera un proyecto que marcará un antes y un después en la historia deportiva de la isla. Entre sus logros más destacados está el haber conseguido que Gran Canaria sea sede de la Copa Mundial de Fútbol 2030, un evento que atraerá la atención internacional y permitirá una ambiciosa remodelación del Estadio de Gran Canaria, con una inversión de 100 millones de euros.
Pero su visión no se detiene ahí. La isla también acogerá el Mundial de Rallies en 2025 y 2026, consolidando su posición como un destino clave para el deporte de motor. Además, la Copa del Rey de baloncesto volverá a disputarse en el Gran Canaria Arena, y ya está en marcha el proyecto para transformar el Centro Insular de Deportes en un recinto moderno que pueda competir con los mejores del país.
Deporte base
Más allá de los grandes eventos, Aridany Romero ha puesto el foco en el deporte base y en el acceso universal a la actividad física. Ha incrementado las subvenciones a clubes y deportistas, apoyando especialmente a los jóvenes talentos que representan el futuro del deporte insular. También se ha volcado en la promoción de hábitos saludables, fomentando el deporte como una herramienta de bienestar físico y mental para toda la población.
Su enfoque integral combina el apoyo a la élite deportiva con un compromiso inquebrantable con los barrios y las comunidades que más lo necesitan. Como él mismo ha señalado en múltiples ocasiones: “El deporte no solo es competición, también es inclusión, salud y desarrollo personal”.
Legado
Aridany Romero es, en esencia, el reflejo de su origen. Criado en las humildes calles de San José, nunca ha olvidado de dónde viene ni a quién representa. Su trabajo en el Cabildo no solo está transformando el panorama deportivo de Gran Canaria, sino que también está dejando un mensaje claro: con esfuerzo, visión y trabajo en equipo, los sueños de barrio pueden convertirse en realidades globales.
Hoy, Gran Canaria se prepara para acoger eventos de talla mundial, desde el fútbol hasta el automovilismo, pasando por el baloncesto. Y detrás de cada uno de esos hitos está el pibe que, como en La Perla, aprendió a moverse con el tiempo, llevando consigo las lecciones de su infancia y el orgullo de su gente.