El Cabildo de Gran Canaria ha adjudicado la construcción de nuevos muros de mampostería en la carretera GC-210, que une Tejeda con La Aldea, a la empresa Aceinsa Movilidad. Las obras, que tienen un presupuesto de 428.826 euros, se llevarán a cabo en un tramo ubicado en el municipio de Artenara, concretamente entre los kilómetros 14,5 y 14,7, a la altura del barrio Vega de Acusa.
La actuación se centrará en un talud que presenta un avanzado estado de deterioro, lo que ha generado desprendimientos y una pérdida significativa de material. El talud es especialmente vulnerable debido a su pendiente pronunciada, lo que pone en riesgo la seguridad de los conductores que transitan por la zona.
Los nuevos muros de mampostería, con alturas que varían entre uno y cuatro metros, pretenden estabilizar el terreno y mejorar las condiciones de drenaje de la calzada, evitando posibles erosiones y desprendimientos peligrosos, especialmente en caso de fenómenos meteorológicos adversos.
Detalles técnicos
La intervención incluye la construcción de tres muros de estabilización y contención a ambos lados de la carretera: uno de 74 metros, otro de 52 metros, y un último de 68 metros. Estos muros se levantarán a lo largo del barranco del Silo, próximo al barrio de Vega de Acusa, y serán claves para la seguridad del tramo afectado.
Los trabajos comenzarán con un saneo del terreno para garantizar la estabilidad del talud y de las rocas situadas por encima de la carretera, mediante la instalación de una red de cables de acero. Este refuerzo permitirá que las obras se desarrollen sin poner en peligro a los trabajadores.
Posteriormente, se retirará la barrera metálica existente y se procederá a la demolición de los dados de hormigón que la sostienen. Tras esto, se ampliará la calzada en el margen izquierdo, donde se levantará un muro de 1,1 metros de altura. Una vez completada esta fase, se construirá un nuevo muro de cuatro metros de altura, sustituyendo el actual, y se culminará con un tercer muro de dos metros de altura en el kilómetro 14,7, que recorrerá una curva clave del trazado.
Impacto en el tráfico y plazos de ejecución
Las obras, con un plazo de ejecución estimado en cuatro meses, obligarán a cortar uno de los dos carriles de la carretera GC-210 durante la mayor parte de los trabajos. No obstante, se priorizará el mantenimiento de un carril abierto para minimizar el impacto en los usuarios que circulan por esta vía, asegurando que las molestias sean las mínimas posibles.
Esta intervención, destinada a mejorar la seguridad vial en una carretera de gran importancia para la conectividad de la zona, busca prevenir riesgos y garantizar la estabilidad del terreno a largo plazo.