El audiovisual es uno de los sectores estratégicos para el Cabildo de Gran Canaria en la búsqueda de la diversificación económica. Durante el año 2022 se grabó en la isla, además de otras, una película sueca —The Abyss— para Netflix. Estuvieron trabajando durante cinco semanas entre septiembre y octubre en ambos platós de forma simultánea —aunque los decorados estuvieron construyéndose desde el mes de agosto—.
Actualmente, y hasta finales de diciembre, se está rodando la película Deep Water, un thriller de supervivencia dirigido por Renny Harlin y protagonizado por el actor británico Ben Kingsley y por Aaron Eckhart. El filme se rueda tanto en los Gran Canaria Platós como en exteriores de la isla —Las Palmas de Gran Canaria, Telde y San Bartolomé de Tirajana—. Asimismo, para 2024 ya están confirmadas tres series, dos internacionales y una nacional, y tres largometrajes extranjeros.
Un año de grabaciones
Aunque desde la Gran Canaria Film Commission aceptan que ha sido un año flojo, lo cierto es que en la isla se han grabado cuatro series —Marbella, Paradise 3 o El Zorro—, ocho largometrajes —Valle de sombras, The Penguin Lessons o Padre no hay más que uno—, cuatro documentales y 13 series con un largometraje de animación digital.
Respecto a ese descenso de grabaciones, Adrián Guerra, productor grancanario, explica que se debe a la huelga de Hollywood. “Ha sido un año extraordinario porque nunca ha habido un parón tan largo”, asegura. “Todas las producciones se han paralizado porque era imposible contratar guionistas”, continúa. Según Guerra, desde febrero de este mismo año “era imposible conseguir un seguro para muchas películas”, este sirve para garantizar que la película se pueda terminar. Además, “se ha juntado con el contexto macroeconómico y ha hecho que plataformas como Netflix, Amazon o Disney inviertan menos en producción”.
Cambio en los incentivos
En noviembre de 2023 la Secretaría de Estado de Hacienda eliminaba el límite del incentivo fiscal a las producciones audiovisuales que se desarrollan en Canarias, establecido en 50 millones de euros. “Antes, todos los incentivos tenían un tope de 50 millones de euros y si se superaba ese tope ya no se daba más dinero”, expone Guerra. “Ahora el límite se entiende sobre un porcentaje de actividad de la productora”, concluye.
Ese límite significaba que la suma de las rebajas fiscales a las que se acogían los diferentes proyectos que se desarrollaban en Canarias no podían sobrepasar en su conjunto los 50 millones al año. Por tanto, si una gran producción se beneficiaba al máximo de la deducción, que son 36 millones de euros, para el resto de trabajos quedarían 14 millones.
Formación
El productor grancanario cree que esta es una gran oportunidad para el Archipiélago. “El problema que hemos tenido es que, como el límite era bajito, las grandes producciones rodaban un mes o tres semanas y no había espacio para formar técnicos para enlazar una producción con la otra y, en par de años, ganar experiencia”.
Guerra asegura que ahora, “al tener un techo mucho más alto, si que vienen series completas y un chico puede empezar en producción con una, en la siguiente ascender y, al cabo de unos años —al tener experiencias largas— su base de de equipo será mucho mayor”. En conclusión, “esa es la gran ventaja, poder ofrecer más oportunidades a la gente local”.