En el 2014 crea Showercultura empresa de producción, gestión cultural y distribución de artes escénicas. Trabaja para crear y fortalecer comunidades entorno a la cultura con conciencia y visión de futuro. Abarca y se ocupa todos tipos de públicos y colectivos.
Socia de la Asociación de Empresas de Distribución y Gestión de las Artes Escénicas (ADGAE) distribuye a compañías de teatro y danza a nivel nacional. Y ha liderado la producción de diferentes festivales en Canarias.
Productora del Hidrosfera Festival desde su primera edición. Ha formado parte del equipo de LNB durante varios años, productora del Festival SOLOS de danza contemporánea, gestión del Teatro Union Tejina desde su reapertura, coordinadora y productora de diferentes ferias como FITVI, La Laguna Solidaria. Lleva desde hace ocho años la distribución de Abubukaka, y en estas últimas temporadas ha iniciado su andadura con Impulso de Bibiana Monje, Paula Quintana, Paloma Hurtado y la conocida compañía catalana Joglars. Mantiene acuerdos de colaboración con otros distribuidores nacionales como Crémilo, empresa liderada por Carlos Carbonell.
- Hablando de la cultura en Canarias, ¿Cree usted que cualquier tiempo pasado fue mejor?
- Al contrario de lo que dice el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Diego Garrocho en su libro “Sobre la nostalgia. Damnatio memoriae”, (libro que recomiendo) no me considero una nostálgica y pienso que cualquier cambio puede ser siempre para mejor, y estamos en época de cambio.
En la actualidad y en los últimos años hemos vivido, concretamente en Tenerife, una serie de propuestas políticas en pro de la educación y la cultura y creo que en general es algo muy comentado de forma positiva en el sector. Nos podrán gustar más o menos las propuestas, pero creo que la labor que ha hecho José Luis Rivero desde el Cabildo de Tenerife ha sido una labor honesta y con unos objetivos muy claros a corto y largo plazo. Es sin duda, una de las personas más preparadas y conocedoras del sector cultura a nivel nacional e internacional en Canarias. Todo ello quitando el color político. Por ejemplo, no podría decir lo mismo de las políticas llevadas a cabo desde el Gobierno de Canarias, y ha sido el mismo partido quien lo ha gestionado.
- ¿En un algún momento ha sentido que esto de los conciertos y obras de teatro, de la promoción cultural, funcionaba como debía en las islas?
Sí echo la mirada atrás, creo que estos últimos años hemos tenido un aumento en la cantidad de espectáculos programados. Todo siempre es mejorable, y en este caso, si hubiese más unión entre los/as productores/as del sector no sólo del ámbito privado, sino también de lo público, podríamos establecer procedimientos que nos permitan evitar la sobre-programación que estamos viviendo. Pero es una cuestión muy compleja y difícil de plasmar.
- Desde mi punto de vista, si hablamos de lo público, la cultura siempre está a la cola de cualquier programa político, y eso se nota en las diferentes propuestas de programación y formas de gestión que se establecen desde el ámbito de la administración pública. Pero cuando la persona que se pone al mando del área es conocedora del mercado cultural, se nota y mucho.
Como empresaria pido a la administración pública; técnicos/as, directores/as, coordinadores/as y en definitiva jefes y jefas comprometidos/as que se preocupen de conocer las debilidades y fortalezas del sector, así como las últimas propuestas, nuevas producciones y las líneas que se dibujan de hacia dónde vamos a nivel regional, nacional e internacional para marcar unos objetivos concretos y trabajar en ellos o por lo menos, intentar conseguirlos. Y nunca viene mal un aumento en los presupuestos de cultura, que sinceramente, a veces dan mucha pena.
Me gustaría comentar que a nivel nacional tenemos en la actualidad varios referentes de cómo podría gestionarse la cultura. El País Vasco sin duda es uno de ellos. No sólo por los presupuestos que destinan al sector cultural, los cuales distan mucho de las cantidades que nuestro gremio maneja en Canarias, sino también por todas las propuestas de proyectos, la elaboración de los mismos, creaciones de público y la propia gestión del sector. Estos factores sirven para darnos cuenta que nos llevan la delantera en muchos sentidos.
- Hay un comentario generalizado entre productoras y gestores culturales que los espectáculos que requieren de compra de entradas no están llenando -salvo contadas excepciones- , que existe un descenso notable en la venta de entradas... ¿tiene usted esa sensación?
- No existe ningún estudio en Canarias que haga un exhaustivo seguimiento de los aforos. Por lo tanto, cómo bien preguntas, sólo podemos hablar de sensaciones. Desde mi punto de vista, hay una constante media en los aforos, quiero decir, se llenan según la demanda y la calidad de los espectáculos. Pero mi sensación no es muy diferente de los estudios que sí existen sobre los aforos, en este caso de artes escénicas, a nivel nacional. Los cuales no son muy alentadores si de taquillas hablamos.
Creo que continuamente el sector, sobre todo yo lo vivo a nivel nacional y en estos últimos años en Tenerife, existe una preocupación de cómo mejorar, buscar vías para hacer el sector más competitivo y no depender tanto de lo público. Hay una búsqueda por la articulación del mercado cultural y la profesionalización del mismo.
- Es usted de los que piensa que la gratuidad de los conciertos y los grupos de versiones son un poco pan para hoy...
- Uno la respuesta anterior a esta; el sector cultural es un mercado, por lo que la gratuidad no debe ser lo normal. Debe buscarse la competitividad y la independencia. Pero como bien dice la Constitución Española y la Carta de los Derechos Humanos “La cultura es un derecho” y estoy a favor de la programación y gestión desde la gratuidad en los eventos de forma regulada. Por otro lado, también creo que el pago de la entrada es una forma de dar valor a lo que va a ocurrir encima de un escenario. Con respecto a lo de los grupos de versiones creo que no hay nada más emocionante que ir a ver un espectáculo de creación propia…pero hablo de gustos. Y gustos hay muchos.
- Sí, varias. Impulso de Bibiana Monje, Paula Quintana, Paloma Hurtado y mis queridos Abubukaka. Obviamente son las compañías que distribuyo y con las que llevo, con algunos más que con otros, trabajando desde hace ocho años. Me embarco en pocos proyectos, en aquellos en los que confío y cuya propuesta artística creo que soy capaz de defender cómo se merece.
Pero en general, me gusta asistir a todas las nuevas producciones profesionales de Canarias y compartir no solo la experiencia del hecho artístico, sino dar valor y respetar la propuesta que se presenta en un escenario.
Una compañía a la cual les tengo un especial cariño, pues con ellos empecé, es Abubukaka. Y me gustaría señalar que durante todos estos años me han enseñando que la transparencia y ser fiel a los valores está muy por encima de todo.
Para mi, ser fiel a los valores que uno tiene es algo completamente necesario incluso por encima de la calidad artística y el éxito. Creo que por encima de todo, para trabajar en este sector, en cualquier sector y en la vida en general, es necesario saber que las personas que te acompañan son sinceras contigo y lo van a dar todo. Abubukaka me ha enseñando eso y mucho más. Sí, me he ido un poco por las ramas contestando a la pregunta y me puedes llamar romántica….
- ¿En qué proyectos anda metida Naomi H. Santos?
- Pues llevo varias semanas en Nueva York con el ordenador bajo brazo y el móvil en la oreja (vida de autónoma). Pero si hablamos de lo que queda de 2019 y 2020, estaré hasta final de año con distribución y a día de hoy, trabajando ya en producciones para el 2020.