La danza profesional exige gran dedicación, disciplina, tenacidad y mucha vocación, pero sobre todo, talento, algo que en Canarias "hay mucho más del que uno podría imaginar". Para Rafa Méndez, el conocido bailarín profesional y coreógrafo portuense, no hay duda del potencial existente en las Islas, lo que le inspiró el que será su próximo proyecto profesional, 'Canarias, no solo plátanos', que tiene previsto estrenarse próximamente en La Orotava
Este artista que, pese a las dificultades y los miedos, no dejó que las fronteras limitaran sus sueños,como bailarín profesional ha protagonizado videoclips y giras musicales con artistas de la talla de Emma Bunton, Geri Halliwell, Atomic Kitten, Holly Valance, Patricia Manterola, Tiziano Ferro o Melody, entre otros. Además, ha sido coreógrafo de la cadena musical MTV Internacional y primer bailarínde diferentes artistas italianos. En su intensa trayectoria también se incluye la docencia en la Escuela Municipal de Música y Danza Isaac Albéniz de Parla (Madrid), sin olvidar sus participaciones en diversos programas televisivos como miembro del jurado o presentador y el éxito de su propio espectáculo teatral, 'Los 7 de Rafa Méndez'.
De sus próximos retos y de su defensa a ultranza del talento existente en las Islas habló con la claridad que le caracteriza Rafa Méndez al medio digital canario AtlánticoHoy.
El coreógrafo y bailarín Rafa Méndez | CEDIDA
- 'Canarias no solo plátanos' se está haciendo muy visible especialmente en las redes. Muestra la calidad de los artistas que participan, todos ellos canarios. ¿Qué nos puede contar sobre esta iniciativa? Como canario siempre he pensado que aquí hay mucho talento. Cuando estaba aquí tras regresar de Madrid, más tranquilito, me vinieron esas ideas de plasmar, de manera visual, ese talento canario. De ahí nace el que es mi proyecto futuro de teatro, que se llamará, y eres la primera en saberlo, ‘Canarias no solo plátanos’.
En Canarias hay mucho más talento del que uno podría imaginar. De hecho, en todos los talent shows siempre tiene que haber un mínimo de entre dos y cuatro canarios. La gente canaria llama mucho a los ‘talent shows’ y el arte y el talento canarios son bastante potentes. No necesariamente porque aparezcan en televisión, pero hay un gran talento en Canarias, sin duda. Incluso gente que se pierde un poco porque luego no consigue poder salir, por eso yo, de una manera mínima, siempre cuando hago algún casting o una obra de teatro intento siempre llevármelos. En este caso, tiene que ser totalmente canario, y cuando puedo llevarme a gente canaria para trabajar en Península lo hago porque, sin duda, tenemos mucho talento en las Islas.
-¿Es posible hacer grandes proyectos en Canarias?
Es una pregunta bastante complicada. Claro que se podrían hacer grandes cosas. Siempre tendemos a infravalorarnos, pero también está el problema de que, cuando trabajas en la Isla, el equipo tira mucho para detrás, trabaja de una forma lenta. Aquí se me quitan las ganas de trabajar porque siempre me encuentro muchos obstáculos. Se podrían hacer grandes cosas y hay gente que las hace, en otros niveles como es la moda, pero hay mucho por hacer. Todo depende del equipo, porque el talento y la materia lo tenemos. Hay que quitarnos un poco esa frase y manía de decir: aquí es que estamos en una isla. Están viniendo hasta productoras internacionales de Hollywood, pues ya te digo. Se pueden hacer grandes cosas.
Pues sí. Cuando hice la primera, que se llamaba 'Los 7 de Rafa Méndez', bastante autobiográfica, funcionó de maravilla. De hecho la estrené en La Orotava , 'Canarias no solo plátanos' también la estrenaré en La Orotava, estoy definiendo fechas. Al principio, tenía miedo de que no fuera bien, pero fue al contrario. Estaba realmente asustado, pero cuando ves la respuesta de la gente y los teatros llenos fue la primera vez que me sentí tan orgulloso. Siempre me he sentido orgulloso de salir con mi trabajo, pero fue como "Guau, ha valido la pena". El público responde muy bien porque, sobre todo en el baile, el público canario es muy fiestero, y los festivales siempre han funcionado. Así que basta que al público le des esa dosis para que responda.
Depende. No y sí. Si hablamos de Canarias, no creo que se lo valore mucho, pero, a nivel nacional, otros bailarines de Madrid te dirían lo mismo. No soy mucho de pensar si lo valoran o no. Soy mucho de hacer, y hay que hacer un gran trabajo para que luego te reconozcas a ti mismo lo que has hecho, no esperar el reconocimiento. Me parece una pereza. Luego llenas un teatro, la gente va a ver un espectáculo, y hay una parte ahí que demuestra que sí, que lo valoran.
Si tienes ganas de hacer algo de verdad y lo tienes claro, no es un capricho, te sale del corazón, de lo profundo del alma, lo consigues incluso en mi caso, que hasta teniendo problemas personales, como tiene todo el mundo, que parece que no puedes, o que te va a costar, lo consigues con la fuerza. Las sacas porque lo tienes claro. En mi caso ha sido así. Cuando la gente es muy determinada con algo al final llega. Para mí, llegar no significa, que también lo es, ser reconocido, sino saber que has llegado donde tú has querido, y eso es importante.
-¿Con quién le ha impresionado más trabajar y a qué artista le gustaría dirigir las coreografías?
Me han impresionado muchos. ¡He trabajado con tantos! Pero recuerdo que cuando era más joven todo me impresionaba, como trabajar con cualquier cantante. Estuve un tiempo trabajando en Italia. Al principio tenía mucho miedo. Recuerdo estar asustado en el hotel antes de empezar a trabajar concretamente con Raffaella Carrá, pero no por el hecho de trabajar con Raffaella, sino con el director artístico, que era uno de los bailarines de Madonna. Siempre me quedaré con las ganas de hacer coreografías para una grande como puede ser Madonna. Pero ahora, con el tiempo, me gusta más hacer cosas personales, como puede ser teatro y algo mío, que implique dirigir a gente.
-¿Cuáles son sus próximos proyectos? ¿Entre ellos destaca montar una escuela en Canarias?
Con respecto a montar una escuela, siempre tengo ganas. Tengo una escuela de más de mil alumnos en Parla, en Madrid, que es municipal. Es raro tener una escuela fuera de tu ciudad. He tenido ofertas de montar una escuela aquí, pero prefiero hacerlo en lo privado. Tengo mi vida un poco montada y tranquila. Pienso que con 51 o 52 me vendría para acá, dejaría de pensar en seguir en el mercado y me dedicaría más a tener un equipo como tengo en Madrid para formar bailarines, y sobre todo aquí, en la zona norte de Tenerife, que no hay escuelas. Cuando yo empecé a tomar clases tenía que ir a Santa Cruz. Ese es uno de mis proyectos, pero todavía quedan un par de años buenos. Hay alguna propuesta de tele aunque va lenta, porque no salen las cositas que a mí me gustan, pero todo va saliendo.
Juez es complicado. He tenido que hacer algún talent show. Tenía muchas ganas de hacerlo, pero luego me encontraba con personas que no estaban preparadas. Te toca decir cosas que no te gustaría decir, pero no queda otra porque lo que ves delante de ti no es bueno. Es complicado estar de juez, querer ser amable, pero no puedes serlo. Juzgar nunca me ha gustado. Me gustaría juzgar a gente muy buena y poder decírselo, quedarme con lo mejor. Es lo que me suele pasar a nivel privado, donde hago muchos campeonatos de baile por y fuera de España y tengo que juzgar cosas muy buenas. Eso me viene cómodo. Me gustan mucho los retos y verme en situaciones complicadas. Yo disfruto mucho mi trabajo. Honestamente, no me cuesta nada, pero eso sería la parte más dura.
- ¿Qué le diría a aquellos que quieren dedicarse profesionalmente a la danza?
Si eres canario, ahora parece que todo es más accesible. Primero, no hay que tener miedo a salir. Hay muchísima gente muy buena aquí, en las Islas. Hay que formarse, salir y hacer castings, que es todo mucho más accesible de lo que pensamos. Al final, solo depende de nosotros. Las personas que sueñan hacer algo, que dejen de soñar y vayan a por ello sin pensarlo. Con formación y seguridad en uno mismo, hay que tirar para delante con toda la ilusión y la fuerza que nos da la vida para hacerlo.