Abrir el grifo de casa y que no salga agua es algo a lo que la gente de muchas zonas de Fuerteventura ya está acostumbrada. La isla, al igual que su vecina Lanzarote, ha vivido a lo largo de este año múltiples averías y cortes de suministro, algo que según la población majorera ocurre “de toda la vida” y supone un sacrificio diario en sus vidas para hacer cosas tan simples como ducharse o lavarse la cara.
Atlántico Hoy se ha puesto en contacto con personas residentes en Fuerteventura, sobre todo del municipio de Puerto del Rosario, para conocer cómo hacen frente a los cortes de suministro. La capital de la isla es una de las zonas más afectadas por las averías. El Cabildo Insular, por su parte, ha comunicado a este medio el plan de mejora que tienen pensado ejecutar y que se ha de poner en marcha en el mes de septiembre u octubre.
"Molestias y sacrificios"
Con “molestias, incomodidad y sacrificios” es cómo viven las personas entrevistadas, que prefieren mantenerse en el anonimato, el desabastecimiento de suministro. Almacenar agua para los futuros cortes ya se ha convertido en una tarea habitual y así prevenirlos dentro de lo posible.
Juan (nombre ficticio) reside en el centro de Puerto del Rosario desde hace dos años y durante este periodo, “los cortes de agua han sido continuos”. Tanto él como María y Rosa (nombres ficticios), vecinas de la zona de El Matorral y Fabelo, cuentan que los cortes duran de media entre dos o tres días. Sin embargo, “ es conocido que en zonas de la isla llegan a durar de 15 a 20 días”.
"Ocurren de toda la vida"
Nadie se pone de acuerdo sobre cuándo comenzaron con exactitud a producirse estos cortes de suministro, pero Sara (nombre ficticio), que ha vivido siempre en Fuerteventura, señala que “ocurren de toda la vida”. Así lo recuerda ella, que se siente tranquila porque cuenta con un bidón de reserva.
Marta (nombre ficticio) también tiene un aljibe en su casa en Tarajalejo, por lo que no se “entera mucho” de cuando se produce el parón. No obstante, su hijo, al que sí afecta el desabastecimiento en su piso, acude a su casa para poder ducharse.
Garrafas de agua
Aquellas personas que no cuentan con un bidón, tiran de garrafas de agua que compran en los supermercados. Ese es el remedio de María. Su día a día se complica al tener dos hijos en edad escolar que “necesitan ducharse a diario”, además de no poder llevar a cabo bien tareas domésticas simples como “lavar uniformes tanto de ellos como los de mi trabajo y el de mi marido”.
Las consecuencias de los cortes de suministro no se quedan solo en el desabastecimiento. Juan puntualiza que “en las idas y venidas del agua, suele arrastrar bastante suciedad de tierra con lo que conlleva obstrucción de tuberías así como el deterioro de algunos electrodomésticos”.
Necesidad de soluciones
El sentimiento general de la población majorera ante este problema es de abandono por parte de las instituciones encargadas. Se sienten impotentes al “ no ver soluciones en tanto tiempo, con la incompetencia del Ayuntamiento, Cabildo y el Consorcio de Abastecimiento de Agua de Fuerteventura (CAAF)”, ha señalado Rosa.
Todas las vecinas de las distintas zonas de la capital majorera solicitan que las instituciones pongan soluciones a la situación. Coinciden en que lo principal es que la isla cuente con una red de abastecimiento en condiciones. “Que saquen pasta y cambien toda la canalización vieja y la pongan nueva, que ya somos mucha gente para tanta tubería vieja”, denuncia Sara, además de que “se hagan los descuentos pertinentes en las facturas”, añade María.
¿Por qué se producen?
¿Por qué se producen estas averías y cortes con asiduidad? El Cabildo de la isla ha expuesto que la situación actual a la que se enfrenta la Demarcación Hidrográfica de Fuerteventura (DHF) se debe a que “el 85% del abastecimiento depende del centro de Producción de Puerto del Rosario, no siendo suficiente el centro de Gran Tarajal para la zona sur y no estando interconectado el sistema hidráulico del centro de Corralejo con el municipio de La Oliva”.
El descenso de los caudales y el aumento del consumo “ponen en peligro el abastecimiento de agua”, según la entidad insular. Este hecho condujo a que la preocupación se centrara en “ganar más producción”, en lugar de “priorizar la renovación, previsión y control, así como el mantenimiento preventivo y correctivo de las redes de distribución y transporte del CAAF”, ha explicado el Cabildo.
Poco caudal de agua
Como consecuencia de las explicaciones aportadas por la institución, ha añadido que esta situación de “estrés” somete a las tuberías principales a “una labor de carga y descarga, que requiere racionalizar en ocasiones el escaso caudal disponible”, por lo que se producen averías. Y, aunque estas se reparen, al ser tan poca cantidad de agua, “requiere un tiempo -varias horas o incluso días- para poder recuperar el caudal en muchas de las redes”.
El Cabildo ha puesto en marcha unas “obras de emergencia” con la intención de solventar el desabastecimiento por valor de 18,5 millones de euros. Según la entidad, se declararon de emergencia el 4 de agosto, por lo que están en proceso de adjudicación y “deben iniciarse en septiembre”, mes actual.
Obras de emergencia
Estas medidas se dirigen a mejorar la producción, el almacenamiento y la distribución. Por un lado, el Cabildo ha propuesto la sustitución de dos módulos y un nuevo sondeo de captación de agua de mar en la EDAM Puerto del Rosario, principal centro de producción y suministro.
Además, las obras recogen la reforma de los depósitos principales, cuadro de instalaciones y ampliación de potencia en el Centro de La Herradura, así como el arreglo del segundo vaso del depósito de Tamaragua. Con ello se pretende garantizar “el volumen de agua necesario en los depósitos de cabecera que se distribuyen por todo el territorio insular”, ha atestiguado la entidad.
Por último, la intención es renovar las redes de distribución “en lugares que son clave para mejorar en toda la Isla”. El Cabildo pretende lograr esto mediante las instalaciones de conducción por gravedad La Oliva-Tindaya, así como del depósito de La Oliva al de Lajares, la sustitución de la red de transporte desde el depósito de Calderetilla al depósito de Tiscamanita y mejorar la conexión del depósito de Morro Francisco con Lajares.
Acciones del Cabildo
La nueva Corporación Insular ha asegurado que, desde el pasado 26 de junio cuando tomaron posesión, la primera reunión que mantuvieron fue en las instalaciones del CAAF. Desde ese momento han llevado a cabo diferentes acciones.
Entre estas actuaciones, el Cabildo actualizó las tareas de mantenimiento de los módulos de producción existentes en las plantas desaladoras y de las distintas válvulas reguladoras, lo que “permite mejorar la capacidad de producción y distribución”. Asimismo, la entidad impulsó el expediente de adquisición material por valor de dos millones de euros y aprobó una modificación presupuestaria para afrontar pagos pendientes del CAAF que alcanzan un importe de siete millones de euros.
Soluciones a medio y largo plazo
Se han cubierto, además, plazas vacantes en distintos servicios del CAAF. La institución ha resaltado que la incorporación de este personal “ha permitido la mejora y agilización de procedimientos de reparación, mejora e inversión en infraestructuras hidráulicas”. También esperan que la agilización de la obra de instalación y renovación de la tubería de impulsión desde la EDAM de la capital hasta los depósitos de la Herradura mejoren el suministro.
Desde el Cabildo han afirmado que trabajan para proyectar soluciones a medio y largo plazo, como por ejemplo la descentralización de la producción de agua en la isla. Junto a las acciones realizadas y las obras de emergencia planeadas, la población queda a la espera de que estas soluciones funcionen y terminen con el problema de agua que vive Fuerteventura.