Felipe VI anima a construir con diálogo una España actualizada "que ilusione"

El Rey centra su discurso de Navidad en la unidad y convivencia de todos los españoles y pide respetar la pluralidad en Cataluña sin enfrentamientos o exclusiones

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Expectación la noche del 24 de diciembre por escuchar el discurso de Nochebuena de su Majestad, Felipe VI. Como cada año, el Rey se ha dirigido a todos los españoles en su tradicional mensaje de Navidad, que en esta ocasión se ha centrado, sobre todo, en la unidad del pueblo español, con unaférrea defensa del Estado de derecho y un alegato a favor del respeto y la convivencia.


El Rey ha apelado al diálogo para construir una España "que ilusione" y pide a los elegidos en los comicios catalanes que respeten la pluralidad de su sociedad sin "imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás", porque "el camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento o la exclusión".

Apenas tres días después de las elecciones autonómicas que dieron la victoria a Ciudadanos pero revalidaron una mayoría independentista en el Parlament, Felipe VI ha subrayado que el camino abierto por estos comicios debe conducir a que la convivencia en el seno de la sociedad catalana -que es "diversa y plural"- recupere "la serenidad, la estabilidad y el respeto mutuo".





"Que las ideas no distancien ni separen a las familias y a los amigos", ha insistido el Monarca, quien ha argumentado que, frente al ya conocido enfrentamiento o la exclusión que "solo generan discordia, incertidumbre, desánimo y empobrecimiento", el nuevo camino debe llevar también a que renazca la confianza, el prestigio y la mejor imagen de Cataluña".

Debe conducir, así, según su reflexión, a afirmar "los valores que la han caracterizado siempre en su propia personalidad y le han dado los mejores momentos de su Historia: su capacidad de liderazgo y de esfuerzo, su espíritu creativo y vocación de apertura, su voluntad de compromiso y su sentido de la responsabilidad".

Don Felipe ha puesto de manifiesto al comenzar su mensaje que 2017 ha sido "un año difícil para nuestra vida en común" y "marcado, sobre todo, por la situación en Cataluña", antes de resaltar que en España "cualquier ciudadano puede pensar, defender y contrastar, libre y democráticamente, sus opiniones y sus ideas, pero no imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás".

"Que las ideas no distancien ni separen a las familias y a los amigos", ha insistido el Monarca, quien ha argumentado que, frente al ya conocido enfrentamiento o la exclusión que "solo generan discordia, incertidumbre, desánimo y empobrecimiento", el nuevo camino debe llevar también a que renazca la confianza, el prestigio y la mejor imagen de Cataluña".

"Respetar y preservar los principios y valores de nuestro Estado social y democrático de Derecho es imprescindible para garantizar una convivencia que asegure 'la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político', tal y como señala nuestra Constitución", ha advertido, antes de argumentar que "cuando estos principios básicos se quiebran, la convivencia primero se deteriora y luego se hace inviable".

Tras recordar los avances logrados en el país durante los últimos cuarenta años, ha recalcado: "Todo ese gran salto sin precedentes en nuestra Historia ha sido posible gracias a una España abierta y solidaria", que "reconoce y respeta nuestras diferencias, nuestra pluralidad y nuestra diversidad con un espíritu integrador, una España inspirada en una irrenunciable voluntad de concordia".


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El Rey Felipe VI durante su discurso I CASA REAL


A continuación, ha puntualizado que se debe reconocer que en ese camino "no todo han sido aciertos" y "persisten situaciones difíciles y complejas que hay que corregir" y "requieren de un compromiso de toda la sociedad para superarlas".

En ese contexto, el Rey ha instado a no renunciar a la España que "juntos" han construido los españoles y ha animado a seguir "actualizándola", con el convencimiento de que "nadie desea una España paralizada o conformista, sino moderna y atractiva, que ilusione; una España serena, pero en movimiento y dispuesta a evolucionar y a adaptarse a los nuevos tiempos".

Aparte de "los problemas de convivencia" generados por la crisis independentista en Cataluña, don Felipe ha advertido de que la corrupción se mantiene, junto al desempleo y el terrorismo yihadista, "como una de las principales preocupaciones de la sociedad". Ha alertado por tanto de que ello "demanda que sigan tomándose las medidas necesarias" para la "completa erradicación" de la corrupción y para que los ciudadanos "puedan confiar plenamente en la correcta administración del dinero público".

También ha reclamado que la creación de empleo estable sea siempre "un objetivo esencial y prioritario", así como que continúe "la firmeza y el apoyo político" en defensa de las mujeres víctimas de violencia machista.

En "un silencio tantas veces impuesto por el miedo", estas mujeres sufren "una lacra inadmisible, que nos hiere en nuestros sentimientos más profundos y nos avergüenza e indigna", ha subrayado Felipe VI, antes de proclamar: "Concienciemos a toda la sociedad contra esa violencia, criminal y cobarde, que degrada nuestra convivencia".

Entre ese mensaje en la Nochebuena de 2016 y el de este 24 de diciembre, el Monarca ha protagonizado otra intervención, el pasado 3 de octubre, tras la convulsa jornada del 1-O en la que el Gobierno de la Generalitat se sublevó contra el ordenamiento jurídico. En ella también subrayaba el orden constitucional y la vigencia del Estado de derecho.





Audiencia


El Mensaje de Navidad del Rey suele lo más visto cada Nochebuena, aunque el del pasado 2016 obtuvo la peor audiencia de los últimos 18 años. En concreto, fue seguido por 5,82 millones de espectadores (844.000 menos que en 2015) y consiguió un 57,6% de cuota de pantalla (7,5 puntos inferior a la de 2015).

Don Juan Carlos alcanzó el récord de audiencia con 9,1 millones de espectadores y el 87,2 por ciento de cuota de pantalla logrado en el año 2000.

Este discurso se enmarca en lo que constitucionalmente viene definido como función mediadora del Rey que deriva sobre todo de ser la cabeza de la Nación, magistratura no política en tanto que representante de toda la sociedad, y no tanto de su posición como Jefe del Estado.

El Rey ha ido variando de escenario para su mensaje. Como fondo, el Monarca ha elegido un salón del Palacio Real, así como una sala del Palacio de la Zarzuela. Por primera vez en este reinado, el Salón de Audiencias de la Zarzuela ha sido el escenario del mensaje, que ha durado 11 minutos y 55 segundos, con 1.431 palabras, y en el que el Rey se ha dirigido a los españoles acompañado por las banderas de España y la UE, un busto de Carlos III, símbolos de las Fundaciones Princesa de Asturias y de Girona y una foto familiar junto a la Reina y sus hijas.