Un baño de colores en Costa del Silencio

ENTRE BOTAS Y CHOLAS| Nos quitamos los calcetines y nos ponemos las cholas para refrescarnos en un punto que lo que prima es el entorno

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Tras el corto, pero sostenible, paseo de la semana pasada por sendero Litoral de Punta del Hidalgo, hoy, en 'Entre botas y cholas' nos quitamos los calcetines y nos ponemos las cholas para refrescarnos en un punto que lo que prima más es el entorno que la propia maravilla de darse un baño en las costas canarias.

Nos desplazamos a Costa del Silencio, donde se encuentra uno de los rincones, y secretos, mejor guardados del litoral tinerfeño. Se trata de la playa Montaña Amarilla, dando su nombre una clara pista de lo que puedes encontrarte.

Declarada Monumento Natural, la extraordinaria belleza de esta montaña se une con las aguas cristalinas que chocan en su orilla, donde la conformación de rocas de tonos claros y un agua celeste, ofrecen un paraje sin igual cualquier día del año gracias al clima de canarias.

La sinuosa silueta que las olas del mar han ido ‘construyendo’ a lo largo de los siglos en la montaña de color amarillo, dejando espacios para estirar tu toalla en diferentes, o bien disfrutar de la visión de la zona del chiringuito, donde la montaña y la mano del hombre para su accesibilidad han dejado un lugar ideal para el descanso y la desconexión.



En cuanto al baño, no dejes de llevarte tus gafas de bucear para practicar snorkel, siendo un lugar habitual de submarinistas.

Escaleras fijadas en las rocas te permitirán adentrarte en estas aguas, donde siempre hay que mantener cierta precaución para que el oleaje no se vuelva traicionero

En definitiva, descubrirás un paisaje singular, destacando el conjunto de volcanes de tierra amarilla alineados que se funden con el mar acaparando tus ojos… y luego los baños.