“Creo que empieza a haber de nuevo un buen momento en cuanto a la demanda de fotógrafos”

EN PRIMERA PERSONA | Luz Sosa es profesional autónoma de la fotografía. Muchos de sus trabajos sirven para documentar alguno de los eventos culturales más importantes de Canarias

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Luz Sosa es profesional autónoma de la fotografía. Muchos de sus trabajos sirven par documentar alguno de los eventos culturales más importantes de Canarias. Al tiempo que reconoce las complicaciones extras que atraviesa el sector, afirma que el trabajo hecho por fotógrafos de profesión empieza a ser cada vez más demandado. 

- ¿Cómo llegó al mundo de la fotografía?
- En casa siempre hubo alguna cámara y a mamá le gustaba hacerme fotos. Todos mis álbumes de pequeña estaban bien ordenados y tenía fotos en b&n y en color. Creo que recordar que fue como a la edad de 9 años que encontré en el cuarto de la azotea de casa una ampliadora con su kit correspondiente de revelado. Así que le pregunté a mamá que era aquello y me explicó y me mostró una enciclopedia de fotografía que guardaba en la misma estantería. Poco años después empecé a tener curiosidad por el origen de las fotos que veíamos en los periódicos y a los 15-16 años le dije a mamá que yo quería ser fotógrafa de guerra. A ella casi le dio un disgusto. Luego tuve la suerte de repetir un año en el IES y me cuadro con la entrada de fotografía de optativa y ahí fue cuando dije que yo quería ser fotógrafa. En esa época no existía internet, solo personas que te orientaran que pasos dar para una carrera profesional. En mi caso, no conocía mucho y había descubierto que había una universidad de fotoperiodismo en Chile y otra en Londres. Pero en esa época, eran lugares que me quedaban como un poco lejos a pesar de mis ansias de viajar y finalmente me fui a Madrid a hacer un ciclo de imagen.

- ¿Es un buen momento para ser fotógrafa?  ¿Actualmente se dan las condiciones óptimas de trabajo?
- Siempre es un buen momento para hacer lo que quieres hacer, lo que pasa que hay momentos en los que hay que pelear mucho. Para estudiar fotografía y hacerla, es muy buen momento. Hay más escuelas y la tecnología es más sencilla e inmediata. Yo vengo de la era analógica y me encantaba revelar en el laboratorio, pero pienso que el proceso digital es menos engorroso y rápido, al menos para el campo del fotoperiodismo.
La fotografía, como muchas cosas en esta vida, tiene momentos cíclicos. Recuerdo hace unos años, previos y durante la crisis, que coincide que la fotografía se populariza y muchas personas acceden a un equipo fotográfico amateur a buenos precios. En ese momento que la gente tiene la sed de mostrar su ego a través de las imágenes, se cuelgan la etiqueta de fotógrafos/as y ocupan todos los ámbitos ofreciendo las fotos de una manea gratuita. En ese contexto, recuerdo que se empezó a prescindir de la fotografía profesional y no solo eso, se dejó de añadir en los presupuestos, diciéndote más tarde que no había dinero. Luego, ante la decepción de una imagen de poca calidad, te llamaban para ver si tenía alguna foto pero claro, siempre con la coletilla de “no hay dinero pero te ponemos el nombre y eso es promoción” Como si de las promociones comiéramos. En fin… esa época ha ido quedando atrás y lo que nos encontramos ahora es que el avance de los móviles ha cubierto la necesidad de la población de registrarlo todo y encima, sin aislarte, sino disfrutando de cualquier evento al que vayas, por lo que ahora vuelven a contar con servicios profesionales. Así que, respondiendo a tu pregunta de si se dan las condiciones optimas, creo que empieza a haber un buen momento en cuanto a la demanda se refiere.
Luego hay que tener en cuenta otros aspectos, los medios prescinden de fotógrafos/as profesionales y las condiciones generalmente no son muy buenas. Mucha gente es autónoma aunque reciba notas por el medio diariamente. El pago del autónomo a día de hoy es caro y los impuestos elevados, que es lo que nos ahoga. Y el precio por el que pagan por una foto a veces ni merece ir a hacerla porque los gastos duplican el beneficio.

- ¿Qué aporta una fotógrafo a un medio de comunicación como un periódico?
- Profesionalidad.

"No se puede prescindir del fotoperiodismo, necesitamos que se cuente lo que ocurre, que se cuente historias y que nos acerque a otras realidades, eso nos enriquece"

- ¿Cómo reflexionaría en torno la profesión de fotoperiodista?
- Vinculado a tu pregunta anterior, un medio de comunicación necesita profesionales y haberlos los hay. El problema es que los medios de comunicación cuentan en cifras altas sus beneficios y no el número de buena información. Si hablamos de la prensa diaria, cada vez existen más gabinetes de prensa y de comunicación que cubran sus propios eventos y de ahí envían a los medios. Y eso, trae dos problemas: uno, que eliminas al fotógrafo/a que cubra el evento y dos, que la visión que tienes, obviamente no es neutra, sino con el enfoque de quien te lo envía.
Los medios publican cualquier fotografía que les envíen y eso, a mi entender, es un grave problema. Siempre he defendido lo beneficioso de la popularización de la fotografía y en muchísimos casos el que las personas puedan registrar temas que sirven para denunciar, pues finalmente son testigos de muchas situaciones. Póngase el caso de la reciente muestra racista hacia una pasajera Jamaicana en el avión de Ryanair. Pero hay cosas que no pueden sustituir el trabajo de un fotógrafo/a. Como por ejemplo, hablando de otra situación reciente, el Diario de Avisos publica en su portada la foto de una persona usuaria de la línea 108 de guagua y denunciaba en las redes como podía una guagua con ese trayecto largo, llevar a tantas personas de pie en el pasillo. El Diario unió la foto con la noticia de “si Canarias fuese un país, sería el sexto del mundo con mayor número de coches por cada mil habitantes”. De verdad, ¿al Diario de Avisos nunca se le ha ocurrido hacer un reportaje sobre la movilidad y el transporte a pesar de la cotidianas y ya aceptadas colas de la autopista?. Pues a eso me refiero con tener personal profesional que busque los temas de interés para la población y no estar todo el rato detrás de los sucesos.

- La fotografía de calle, ¿es más de instinto o preparación?
- Cuando haces fotografía de calle, y hablando de este contexto del fotoperiodismo, buscamos siempre el condicionante humano en su entorno social. Las escenas siempre son espontáneas pero obvio que vas entrenado a trabajar en la calle. Hay cosas que se aprende por la práctica y eso te hace reaccionar más rápido ante ciertas circunstancias.

- ¿Qué sobra en el día a día del trabajo de un fotógrafo de medio de comunicación?
- Nunca he trabajado para un periódico, por lo tanto no te puedo responder desde esa experiencia. Siempre he trabajado para gabinetes o agencias. Hace unos años trabajé para una agencia internacional, la agencia China Xinhua, en Haiti y el trabajo de una agencia y un medio son diferentes.

- ¿Podemos hablar de un intrusismo notable en la profesión?
- Intrusismo hay, pero existe en todas las profesiones. Creo que hay que empezar a darle la vuelta a este concepto del intrusismo y empezar a poner en valor lo que hacemos, porque eso nos haría fuertes, en el sentido de tener un respaldo asociativo que defiende la profesión.

- ¿Existe machismo en esta parcela laboral?
- Hablando de mí, y en esta actualidad, yo no me he sentido discriminada por ningún compañero de profesión. Pero no se en otras esferas, si el envío de corresponsales a lugares de conflicto o determinados encargos se prefiera a un hombre que a una mujer, o en el caso de fotógrafas embarazadas o que hayan sido mamá, no lo sé…

"Cuando haces fotografía de calle, y hablando de este contexto del fotoperiodismo, buscamos siempre el condicionante humano en su entorno social. Las escenas siempre son espontáneas pero obvio que vas entrenado a trabajar en la calle"

- ¿Es imprescindible estar al día en cuanto al material de trabajo? ¿Es usted de las que lo renueva constantemente?
- Es importante tener un buen equipo pero no hace falta renovarlo constantemente, depende en qué campo de la fotografía en el que te muevas. Yo le saco bastante el jugo y lo cambio cuándo ya me es necesario. Yo llevo 3 años con mi equipo roto y escapando como puedo y justo ahora me compré uno nuevo. La inversión de un equipo es grande y se tarda en amortizar.

- ¿Los fotógrafos también notan las urgencias de la inmediatez en su trabajo diario?
- Sí, vivimos en la época de la noticia rápida, de contarlo todo al momento, provocado en gran medida por las redes sociales y la hiper-conexión de la población, sumado, supongo, a la excesiva información, aunque no siempre sea de interés. A mí, personalmente, no me gusta esa inmediatez, parece que se nos va la vida. Me gusta más el periodismo pausado, de investigación.

- ¿Cómo ves la profesión a medio plazo?
- Creo que todo tiene momentos álgidos y momentos de bajón y siempre nos vamos adaptando a los cambios. Para mí hay cosas que poner en valor y es que, ante la expulsión de muchos/as compañeros/as de algunos medios hubo una transformación hacía medios independientes, auto gestionados, que cuentan con la colaboración de suscriptores/as. Pero la realidad es que hay muchos medios que precarizan la profesión, que si pueden roban fotos y que los pagos son ridículos. En verdad, hay que pelear más por tener buenas condiciones laborales.

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- ¿Cuál es la anécdota que haya vivido que siempre cuenta relacionada con su profesión?
- Bueno, yo soy un poco torpe y a veces me pasan cosas tontas. No hay ninguna en concreto que repita pero ahora me viene una a la cabeza. En República Dominicana trabajé para la Agencia Reuters sustituyendo durante mes y medio a mi amigo Ricardo Rojas. Y como primera cobertura con ellos, me tocó la visita del vicepresidente de EEUU de ese entonces, Joe Biden. Era la primera vez que entraba en el Palacio Presidencial y también, la primera vez que cubría una visita de este tipo. No me conocía los protocolos y tejemanejes del palacio y encima, Reuters estaba en el pool. Así que seguía al resto de compañeros que sabían los puntos por donde iba a pasar. En una de tantas veo que el grupo de medios estaba esperando en un pasillo por donde ya estaba pasando junto al presidente de la República y yo fui corriendo desde el fondo del pasillo, cargada con el equipo, ordenador,… y me deslice por debajo de los pies de todo el mundo para poder avanzar hacia adelante. Me sentí terriblemente estúpida en el suelo, porque además, llegaba tarde. La responsable de prensa de la casa blanca no hacía sino chillarnos y dar ordenes todo el tiempo.

- ¿Qué acto y situación le queda por cubrir?
- Todas las del mundo. Me encanta la fotografía y me gustaría poder contar muchas historias. Me gustaría volver a algunos lugares de los que he estado pues hay situaciones que has reflexionado y madurado y te gustaría documentarlas. Cuando las cuente, te las digo, jejeje…

-¿El fotoperiodismo puede ser una herramienta para cambiar el mundo?
- Yo creo que una fotografía es una herramienta y como tal, sirve para visibilizar muchas situaciones que de ahí generen o despierten conciencia en las personas. Y por ahí que exista una reacción hacia cambios sociales. Pero cambiar el mundo en sí, es muy pretencioso. El mundo no nació hoy, tiene miles de años de historia, solo tenemos que verla. Hay fotos que han servido para señalar situaciones, por poner un ejemplo, la de Kevin Carter con la foto del niño y el buitre, en 1993 en Sudán, que sirvió para hablar de la hambruna y la pobreza pero a día de hoy, sigue habiendo hambre y pobreza. Hemos visto fotos impactantes que nos duelen el alma y nos encojen el estómago, que nos hacen llorar y que nos ponen tristes y ahí está, la guerra sigue, vemos a miles de refugiados muriendo en el mar, siguen muriendo muchos migrantes que arriesgan su vida por buscar unas mejores condiciones de vida, hemos visto morir a muchísimas mujeres víctimas de la violencia machista, hemos visto como Israel mata al pueblo palestino o lo desplaza durante décadas, etc, etc, etc… y no hemos cambiado el mundo. Pero no se puede prescindir del fotoperiodismo, necesitamos que se cuente lo que ocurre, que se cuente historias y que nos acerque a otras realidades, eso nos enriquece.