El tercer trimestre del año ha supuesto una ostensible mejora en la confianza del sector del metal y nuevas tecnologías (TIC) en la provincia tinerfeña. Solo un 2% de las empresas asociadas se plantea la posibilidad de despedir personal este año, frente al 16% del segundo trimestre y el 25% del primero.
Son datos extraídos de una nueva encuesta multisectorial que ha elaborado Femete con el objetivo de medir cómo sigue afectando la pandemia del COVID-19 entre sus cerca de 1.500 empresas que representan a unos 7.500 profesionales.
Al mismo tiempo, el 43% asegura que podría contratar personal, si bien un 26% lo haría de forma puntual, demandando perfiles como electricistas, ingenieros, cerrajeros o frigoristas.
Nuevo personal y readmisiones
A la pregunta de a qué destinarían las posibles ayudas financieras de las administraciones, el 50% responde que lo emplearía en contratar nuevo personal y otro 30% lo usaría para readmitir trabajadores que tuvieron que ser despedidos por la crisis.
A su vez, se mantiene el porcentaje de negocios que tardarían en recuperar su actividad económica habitual más de dos años, con un 11%. Además, crece al 37% el número de empresas que retrasan esa recuperación de 6 meses a un año (frente al 28% del trimestre anterior) y al 28% de uno a dos años (frente al 20% del segundo trimestre).
Economía sumergida y competitividad
Otras cifras relevantes son las que se refieren a la economía sumergida: el 31% conoce alguna empresa o profesional que trabaja de forma ilegal y que podría denunciar, cifras similares a las de los trimestres anteriores. Al respecto, el 13% asegura que ya ha presentado denuncias y un 75% desconoce si han sido eficaces.