Tras la fachada y los carteles de Anfi, desde hace años, se mantiene un pulso a sotto voce por el control del complejo vacacional y todos los servicios que ofrece. Los hermanos Santana Cazorla, Santiago y Manuel, los herederos del empresario noruego Björn Lyng y Lopesan han sacrificado peones, algún que otro alfil y más de un caballo en busca de la victoria final. A ratos han tenido la templanza de un desactivador de bombas y en otros han derrapado como un coche de carreras pilotado por un kamikaze. Ahora, después de varios vaivenes, la pelea afronta otro momento clave: Santiago Santana Cazorla ha planteado un desafío a Eustasio López al solicitar al Juzgado Mercantil que supervisa su concurso de acreedores la venta de todo el grupo –con todas sus empresas en el mismo paquete– como una sola compañía.
La administración de la concursal del Grupo Santana Cazorla ha solicitado al Juzgado de lo Mercantil Nº2 de Las Palmas de Gran Canaria, para lograr una mejor solución del procedimiento concursal, que le autorice iniciar un proceso de venta de unidad productiva, que hasta ahora no estaba valorada como tal. El objetivo de este movimiento es buscar la maximización de su principal activo, Grupo Anfi, y evitar así que Lopesan no pague el precio de mercado si quiere ese trozo del pastel.
Escrito al Juzgado
El administrador concursal explica en un escrito al Juzgado, un documento al que ha tenido acceso Atlántico Hoy, que del análisis que se hizo con razón del Informe Provisional sobre la concursada no se desprendía la existencia de unidad productiva alguna. “Lo cierto es que, tras un nuevo análisis del activo, y con razón de las actuaciones que han tenido lugar en el seno del procedimiento concursal, se advirtió que, derivado del activo de la concursada, puede desprenderse la existencia de una Unidad Productiva (en adelante “UPA”) y que sería viable para su transmisión”, detalla el escrito.
Según la administración concursal, en un nuevo análisis, no solo de la sociedad, sino del activo individualizado de la concursada, se puede afirmar que de las participaciones que la concursada tiene en las sociedades Anfi Sales, SL y Anfi Resorts, SL, se desprende de la existencia de una unidad productiva que se aleja de la que pudo ser sujeta a análisis en su momento, y, en todo caso, es accesoria a la actividad que la concursada lleva a cabo en las sociedades participadas del grupo.
Análisis independiente
Para los representantes legales del Grupo Santana Cazorla, uno de los principales activos de la concursada deriva precisamente de la tenencia del 50% de las participaciones en el capital social de las sociedades Anfi Sales, SL y Anfi Resorts, SL, junto con unos derechos políticos que, dadas las características, otorgan, según su criterio, a la concursada una mayoría reforzada dentro de dichas sociedades. En consecuencia, han puesto a la venta, como una unidad productiva, el 50% de participación que la concursada posee en el capital social de Anfi Sales, SL y Anfi Resorts, SL.
“Con el propósito de alcanzar dicho objetivo, y atendiendo a los principios de transparencia, publicidad y concurrencia que deben regir un proceso de venta de dichas características, se ha decidido designar a una sociedad para que actúe como experto independiente para recabar ofertas de adquisición de la unidad productiva, proponiendo en este caso que sea la sociedad Kroll Advisory, SLU”, explica en el escrito remitido al juzgado.
Experiencia en crisis
Kroll Advisory, SL es una sociedad que cuenta con una dilatada experiencia en crisis y procesos de reestructuración empresarial, por lo que según la administración concursal, está totalmente preparada para afrontar y llevar a cabo este proceso de venta como experto independiente. Kroll percibirá una retribución fija por importe de 100.000 euros, y una retribución que estaría ligada en todo caso a una autorización de venta de la Unidad Productiva por el Juzgado, para el caso de que, el proceso de venta finalizara con la obtención de una oferta por dicha unidad productiva.