Los bancos Sabadell, Caixabank y Santander han cumplido con sus advertencias. En abril, la banca amenazó con impugnar ante un juez el acuerdo al que llegaron los fondos de inversión JP Morgan, Barings, Bain Capital y Cheney Capital, acreedores mayoritarios y bonistas de Naviera Armas, para hacerse con el control de la compañía a cambio de condonar el 60% de la deuda que la naviera tenía con ellos y el 100% de la que tenía con estos bancos. Ahora, han comenzado a presentar sus alegaciones ante el Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Las Palmas de Gran Canaria.
Así lo ha podido confirmar Atlántico Hoy, aunque no existe todavía ninguna previsión de plazos para la impugnación. La cuestión de fondo es determinar si el acuerdo por Armas viola o no la prelación -esto es, dicho de otro modo, la jerarquía de los acreedores- para poder cobrar sus deudas.
Lo que también ha podido confirmar Atlántico Hoy es que una de las opciones que los bancos pondrán sobre la mesa del juez es cambiar parte de su deuda por acciones de la naviera, tal y como hicieron en su monento los acreedores mayoritarios.
La deuda con la banca
En 2020, las tres entidades bancarias prestaron a Naviera Armas una suma de 64'5 millones de euros avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO). Según sostienen los mencionados fondos de inversión -y también nuevos propietarios según el acuerdo que se pretende impugnar-, la nueva Ley Concursal prevé que se establezcan distintas clases en la deuda, dándole distinta prelación a cada una de ellas. Dado que, según sus cálculos, el valor de la naviera en su totalidad sería inferior a la deuda con ellos, argumentan que la legislación prevé que, como accionistas mayoritarios, lleguen a un acuerdo incluso sobre el pasivo de otros acreedores, en este caso los bancos.
En este contexto, el acuerdo entre JP Morgan y compañía habría arrastrado a Sabadell, Caixabank y Santander y prevé la quita completa de la deuda con estos bancos, pero las entidades piden igualdad de trato que el resto de acreedores. Es decir, sólo apoyarían un acuerdo en el que la condonación de la deuda con ellos fuese del 60% como ocurre con los acreedores mayoritarios y no del 100%.
Malestar de las entidades financieras
Otro asunto que no ha sido del agrado de los bancos es que el acuerdo prevé que la familia Armas -los deudores- se quede con el 6% de las acciones de la compañía. Defienden el argumento de que, por ley, en cualquier proceso de reestructuración el primer instrumento de absorción de pérdidas es el capital y luego la deuda. Así, no les parece lógico que los deudores puedan preservar ese 6% del capital y las propias entidades financieras acreedoras deban renunciar a todo su pasivo.
Además de amenazar con la impugnación que ahora comienza a tomar forma, fuentes de la banca explicaron a Atlántico Hoy en abril que las entidades no estarían dispuestas bajo ningún concepto a renovar las líneas de circulante de Naviera Armas, o lo que es lo mismo: la empresa tendría serias dificultades para seguir operando con normalidad y poder pagar proveedores o incluso nóminas de forma puntual.
“Los bonistas pretenden quedarse con la compañía y cancelar toda la deuda a cambio de capital, es decir, capitalizar los bonos que tienen garantías a cambio de dinero”, aseguraron entonces las mencionadas fuentes. Santander podría perder, debido al acuerdo, unos 50 millones de euros, Caixabank aproximadamente 18 millones y Sabadell, 10 millones de euros.
Abencys tiene que tasar la naviera
En paralelo a este proceso de impugnación, como ya adelantó Atlántico Hoy, el despacho de reestructuraciones Abencys está trabajando en una tasación de Naviera Armas -que se preveía para junio o julio, pero de la que no se ha vuelto a saber- para determinar si el acuerdo es homologable ante el juzgado de lo mercantil.
Conocer la tasación de la naviera es importante. Los deudores deben a JP Morgan y compañía 445,9 millones de euros y estos dan por sentado que ni vendiendo todos los activos de la compañía podrían llegar a devolvérselos. Pero de recibir una tasación superior y, por tanto, caber la posibilidad de pagar también a Sabadell, Caixabank y Santander parte de la deuda con ellos, el acuerdo podría no ser homologable.