En 2019 la empresa pública de movilidad Titsa fue reconocida como la mejor iniciativa de Big Data de España en la cuarta edición de los Data Science Awards. Entonces la Inteligencia Artificial (IA) no estaba tan al alcance como lo está ahora pero las empresas más innovadoras consiguieron ver el filón que tenían. Al mando del departamento de Big data está Ginés León, quien este jueves ha dado una charla en el seno del evento Géiser sobre cómo esta herramienta se está desarrollando en Titsa.
En la empresa de movilidad, la IA se usa especialmente para la gestión de los datos. Según explica León, el uso de la IA en Titsa se puede diferenciar en dos apartados, una es el contacto con la Universidad de La Laguna para desplegar pruebas piloto y ver cómo puede ayudar la IA dentro de la empresa y otro es el desarrollo de herramientas como el Chat GPT, que se han “testeado”, pero no se han implementado porque se deben pasar procesos de ciberseguridad y de protección de datos, al tratarse de una empresa pública.
Redes neuronales
Pero aparte de esta inteligencia artificial hay otras que sí que son más conocidas, que son las redes neuronales. “Hay de muchos tipos, nosotros las que utilizamos son las redes neuronales que lo que hacen es predecir, por ejemplo, el número de pasajeros que vamos a llevar mañana, cómo vamos a cerrar un año o si el combustible va a subir”, explica León a Atlántico Hoy.
Para todo ello se usan cuadros ejecutivos y operativos que enumeran el número de vehículos que hay en servicio y el personal en los talleres o los viajes que presentan alta ocupación, por ejemplo.
Más seguras
Esta redes neuronales no se confrontan con la protección de datos o la ciberseguridad y dónde se alojan los datos, explica el experto, ya que “estas IAs se despliegan dentro de la empresa, mientras que las otras están en la nube y no están integradas dentro de la empresa”. Como ejemplo, señala que la universidad sí que ha conseguido desplegar la IA, pero ellos no han llegado a ese nivel.
De momento, aunque hay empresas y administraciones públicas que sí que han cerrado todo el marco legal para desplegarla para su propio funcionamiento, en Titsa todavía no se ha llegado a eso. “Al final no vienen a ser más que una ayuda, que siempre hay que contrastar y testear que la información que te está dando sea la correcta”, comenta.
Propio Chat
En su conferencia ha explicado que dentro de su departamento desarrollaron un propio Chat GPT que con el que consiguieron que, en base a unos datos, pudieran hacer diferentes preguntas y escenarios generados por la inteligencia artificial que posteriormente servían para tomar decisiones.
Además, para conocer el número real de nuevos usuarios que ha traído la implementación de la gratuidad del transporte público, este departamento también tuvo que utilizar la misma clasificadora que usa Netflix para recomendar películas para identificar patrones en el comportamiento de los usuarios, lo que permitió saber que son unos 30.000 nuevos usuarios.
Límite
Pese al avance de la aplicación de la Inteligencia Artificial, muchas de las guaguas de la isla presentan una alta ocupación, especialmente en horas puntas, lo que lleva a preguntarse para qué sirve esa herramienta si el problema persiste. “Una empresa es muy compleja”, apunta antes de explicar: “Nosotros lo que hacemos desde el área es dar alerta y generar escenarios y sobre estos escenarios entran otros departamentos a tomar decisiones”,.
Esas decisiones tienen que tener en cuenta la maquinaria que tiene la empresa, y en ocasiones no es tan “ágil” como para dar una respuesta rápida, comenta el experto. “La ventaja que tenemos es que realmente sabemos lo que está pasando, sabemos lo que hay que hacer y en un momento determinado ya partes de la base de que ya sabes a dónde tienes que llegar”, destaca al respecto de que con todas herramientas tienen identificado el problema y los momentos más críticos.
“Cualquier empresa pública que trabaje con el ciudadano tiene un problema: es que no hay recursos suficientes para atender a todo el mundo, entonces nos tenemos que enfocar en llegar a la máxima población posible”, evidencia. Como ejemplo dentro de la empresa expone la implementación del transporte a demanda en determinadas comarcas donde las guaguas no se llenan pero debe haber un servicio público.
Financiación
Otro ejemplo con el que su departamento usa la IA es para las ayudas europeas. Al salir tanta documentación y legislación se deben destinar recursos para que las empresas puedan presentarse a estas. “Para estos las IAs son muy buenas, envías toda la información y le puedes pedir que te haga un resumen, o si le das una serie de criterios te busca cuáles son las subvenciones que más se ajustan a la tuya y la probabilidad que tienes de que te la den”, describe.
Según valora, usar estas herramientas permite que la empresa consiga más recursos financieros que luego se trasladan a más conductores y guaguas. “Estamos inmersos en la cuarta revolución industrial y la gente va a tener que amoldarse a estas herramientas que están surgiendo”, sentencia al respecto de cómo todos los ámbitos deberán ajustarse a la presencia de la Inteligencia Artificial, como ya hace la movilidad tinerfeña.