La entidad tinerfeña Servicios Integrales de Comunicación y Energía SLU tiene los días contados como sociedad mercantil. Presentó sus libros contables al Juzgado número 2 de Santa Cruz hace pocos meses para instar concurso de acreedores, tal como informó Atlántico Hoy.
Ahora, dicha instancia judicial ha ordenado la apertura de la fase de liquidación del expediente concursal, porque la firma no tiene futuro. Cuando concluya dicha fase, Servicios Integrales de Comunicación y Servicios se disolverá y extinguirá.
La sociedad se constituyó en 2014, para dedicarse a la construcción y a las instalaciones eléctricas, de fontanería, de frío y de calor. La fundadora y socia única es Elena Prieto de la Iglesia. El domicilio está fijado en avenida los Pesqueros, del municipio de Santa Úrsula.
En 2020, el año del confinamiento y el estado de alarma, las ventas de la compañía no se resintieron. Por el contrario, experimentaron una subida de 690.00 a 749.000 euros. Los resultados arrojaron un pequeño saldo negativo.
Dado que el balance arrastraba entonces unas pérdidas acumuladas próximas a los 100.000 euros, los fondos propios o patrimonio quedaron reducidos a ceniza y se cifraban en 64.000 euros deficitarios. Es decir, ya al cierre del ejercicio 2020, la compañía estaba incursa en un fallido latente. La deuda se contabilizaba en 360.000 euros.