El auge turístico que viven las Islas no beneficia a todo el mundo. También se dan casos de negocios que naufragan, ahogados por las pérdidas registradas en los pandémicos ejercicios 2020 y 2021. Es el caso de Viajes Dora Tenerife, firma constituida hace un cuarto de siglo.
Su administradora María Nancy Ramos Megolla ha llevado los libros contables al juzgado para solicitar concurso de acreedores. El balance presentado carece de activos. En tal circunstancia no se ha designado administrador concursal. Los acreedores habrán de solicitarlo al Juzgado Mercantil número 1 de Tenerife, aunque las probabilidades de cobro son nulas. La sede central de la empresa se encuentra en Carretera General del Sur, de Santa Cruz.
Insolvencia de la agraria Selvícola del Teide
Otra empresa que ha entrado en bancarrota es Selvícola del Teide. Solo cuenta cinco años de vida. El Juzgado Mercantil de Tenerife decreta la suspensión de pagos y la apertura de la fase de liquidación. El objeto social consiste en actividades forestales, cultivos, plantaciones y conservación de bosques.
Raúl Llorente Carnicero constituyó Selvícola en 2018 y se ha mantenido al frente de la entidad hasta el desenlace judicial.