"No aconsejaría a mis pacientes comprar estos productos de pollo de Lidl". Así de contundente se muestra la doctora Imke Lührs, especialista en medicina interna y exasesora del Parlamento Federal alemán (Bundestag), tras conocer los resultados del análisis científico que ha examinado 142 bandejas de pollo procedentes de supermercados Lidl de España, Alemania, Italia, Gran Bretaña y Polonia.
Los productos comprados en los establecimientos de Lidl en España fueron alitas de pollo, jamoncitos, cuarto trasero, canal y pechuga de pollo. Tras analizarnos microbiológicamente en un laboratorio avalado por el organismo alemán de acreditación (Dakks), el estudio concluye que “un 71% de las muestras están contaminadas por bacterias resistentes a los antibióticos”.
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