Antes de la entrevista, Cristiana Oliveira, limpia sus gafas con un pañuelo con el dibujo del famoso cuadro El beso de Gustav Klint. Entre las pruebas de las cámaras, micros y llamadas de última hora la rectora de la Universidad Europea en Canarias habla de su pasión por el arte y cuenta una curiosa historia de descendientes de Klint que reclamaban la titularidad de un cuadro robado hace décadas. Cuando termina la narración se sienta en la mesa de los Desayunos atlánticos, y antes de que la cámara comience a grabar ya esboza una amable sonrisa.
Oliveria comenzó su carrera en la Universidad Europea en Portugal en 2011. Es licenciada en Ciencias de la Agricultura por la Escola Superior Agraria de Castelo Blanco de Portugal y doctora en Turismo por la Universidad de Perpignan Via Domitia. Es en 2015 cuando la invitan a formar parte de la aventura educativa que fue impulsar la Universidad Europea en Canarias tras sus primeros años de nacimiento, lo que para ella suponía todo un desafío.
Llegada al Archipiélago
Llegó a Canarias para ocupar el puesto de vicerrectora de Planificación y Desarrollo. Explica que entonces su dominio del español todavía estaba en desarrollo, y que mientras lo perfeccionaba, conjunto su asentamiento en la Universidad, se vio en la tarea de asumir el cargo de rectora. Según explica, hacer crecer un proyecto desde cero como el de esta Universidad en Canarias fue un gran reto. De hecho, bromea de manera desenfadada con que entre ser mujer y extranjera todo estaba abocado al desastre. Pero la catástrofe nunca llegó y el proyecto salió adelante.
Al mando de la Universidad Europea de Canarias vio que podría fomentar una mejora en la educación de las Islas. La forma de enseñar y de transportar el conocimiento, así como el modelo académico de aprendizaje experiencial, con una constante atención al mercado laboral y sus salidas profesionales son algunas de las características de la Universidad Europea que más destaca la rectora.
Enamorada de Canarias
De su llegada a las Islas comenta que fue agradable. Como a toda persona que llega a tierras extranjeras la pregunta de cuánto tiempo permanecerá en Canarias era constante a Oliveira: “¿esto es para seis meses o para un año?”, le preguntaban. Pero las bondades del Archipiélago han anclado a la portuguesa en las islas y ahora dice convencida que tras sus ocho años en Tenerife marcharse no es una opción que se contempla.
Su adaptación a las islas fue fácil, aclara. La gran estrechez entre el Archipiélago y Portugal a lo largo de los siglos, con la Macaronesia como punto de unión, han servido como nexo entre ambas culturas, por lo que Canarias guarda un espíritu que le recuerda a su tierra. La gastronomía, los colores y costuras de los trajes típicos, las danzas tradicionales e incluso la música canaria tiene gran similitud con la cultura lusa, tal y como explica.
Tras siete años al frente de la Universidad Europea de Canarias, Cristiana Oliveira prevé muchos años más de innovación en la educación de las Islas, así como acercarse a las necesidades del mercado laboral, seguir fomentando la digitalización y responder a lo que los jóvenes requerirán en un futuro. Una tarea para la que la rectora está preparada, asegura.