La Justicia declaró nulos la pasada semana los acuerdos adoptados en la Junta General de la CEOE el 21 de febrero de 2022 que llevaron al nombramiento de Eduardo Bezares como secretario general a los efectos del proceso electoral en el que salió elegido presidente Pedro Alfonso, anterior secretario general y único candidato al no conseguir Victoria González Cuenca los avales necesarios.
Esta nulidad supone de facto la suspensión del nombramiento del actual mandatario, si bien la patronal dispone aun de unas semanas para recurrir el dictamen judicial.
Todo ello a raíz de una denuncia de la propia González Cuenca y Ashotel, representante del gremio hoteleros en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, que alegan una serie de ilegalidades alrededor del proceso que decantaban la balanza en favor del candidato que ya era secretario general de la entidad.
Un cargo que llevaba desempeñando 24 años (con un periodo de ausencia durante su vicepresidencia de la ZEC) después de salir de la Dirección General de Promoción Económica a la que le aupó su amigo José Carlos Francisco, en aquel entonces Consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Canarias y en el momento de las elecciones de la CEOE-Tenerife su presidente saliente.
Un currículum desconcertante
No se entiende la carrera del actual presidente de la patronal sin la figura de Francisco, nacido igual que él en 1960 y compañero de estudios. Antes de ser llamado para entrar en el organigrama del Ejecutivo regional, trabajó en la esfera privada, aunque esa etapa no queda del todo clara según el currículum que figura en su perfil profesional.
Las biografías de Pedro Alfonso que aparecen en prensa aseguran que se desenvolvió como jefe administrativo, contable y comercial de empresas del sector de transportes, aduanas, construcción, ocio y servicios empresariales, comercio, agricultura e industria del metal. Casi nada. "Entre el año 1992 y el año 1996 trabajó también como empresario en distintos sectores, tales como transporte, aduanas y organización de actos", rezaba una nota de prensa del Gobierno de Canarias con motivo de su nombramiento en la ZEC.
Según su propia página de LinkedIn con solo veinte primaveras pasó sus primeros diez años de vida laboral trabajando como jefe de administración para Ernesto Guimerá Bonnet, agente de aduanas, pero sin referencia a ninguna empresa del sector. Los dos últimos años los compaginó con el mismo puesto en la empresa recién creada Jimanco SL, dedicada al comercio al por mayor de aparatos electrodomésticos.
A partir de ahí, cerca de la treintena y como empresario, figura un empleo sin especificar en AG Trans, dedicada al transporte de mercancías, desde febrero de 1990 al mismo mes de 1992. No obstante, al comprobar la información de dicha empresa, consta en portales especializados como Iberinform o Axesor que la sociedad fue creada el 29 de noviembre de 1991, por lo que habría trabajado ahí tan solo tres meses.
Algo peor sucede con su periodo en Alfonso Guimerá Asociados (que mezcla su apellido con el de su primer empleador). En su currículum consta que trabajó allí desde enero de 1990 hasta enero de 1995 con el cargo de presidente, sin embargo la fecha de constitución de la empresa data del 19 de julio de 1994. Su hermano Francisco Javier Alfonso Martín figura como contacto en una de las escasísimas referencias de la empresa -como ocurre con AG Trans- en internet, en la que se dice que se dedicaba a dar servicios de transporte.
Llegada a las instituciones
Recibió entonces la llamada de Francisco para ofrecerle la potente Dirección General de Promoción Económica, entrando en unas instituciones de las que ya nunca saldría.
Llama la atención que también en esta andadura profesional haya inexactitudes entre las fechas que Alfonso pone en su página de LinkedIn (tres años, de 1995 a 1998) y las que realmente fueron. Fue nombrado el 4 de julio de 1996 y sustituido por Antonio Lantigua año y medio después.
Tras su salida del Ejecutivo regional encontró acomodo como secretario general de CEOE-Tenerife, una institución a la que asesoraba Francisco y que entonces estaba dirigida por otra figura clave para Alfonso, José Fernando Rodríguez de Azero, cuyos cargos terminó heredando.
Así fue con el título de presidente de la Mutua de Accidentes de Canarias (MAC), a quien sucedió en 2016 -no en 2011 como se lee en la web-, seis años después de entrar en la junta directiva en representación de CEOE-Tenerife. Fue elegido por unanimidad y aun sigue en el puesto, compatibilizándolo con la presidencia de la patronal como ya hiciera Rodríguez de Azero.
La Cámara y la ZEC
Asentado como secretario general compaginó su puesto con otros como la vicepresidencia de la Cámara de Comercio tinerfeña durante cuatro años.
No obstante, tuvo que renunciar a este y a la propia CEOE cuando fue propuesto por el primer gobierno de Fernando Clavijo para ser vicepresidente de la Zona Especial Canaria (ZEC) en sustitución de Milagros Luis, que renunció.
Tras casi cuatro años volvió a su puesto en la patronal tinerfeña, para atajar la crisis del COVID, el 13 de enero de 2021, un solo día después de que se promulgase su cese como vicepresidente de la ZEC.
En ese entonces ya llevaba José Carlos Francisco más de una década presidiendo la entidad y Eduardo Bezares se recolocó en la Dirección General tras ocupar el puesto de Alfonso en su ausencia. El mismo cargo al que volvió para la elección de Pedro Alfonso en 2022 y cuyo proceso de designación ahora anulado entre acusaciones de parcialidad puede alejar al presidente de la patronal.