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Empresas

Newport evita declarar en la querella presentada por sus socios por el traslado de Dreamland

El accionista mayoritario de Dreamland Studios, José Antonio Newport, ha preferido guardar silencio por el momento, aunque se reserva el derecho a declarar más adelante

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El accionista mayoritario de Dreamland Studios SA, Jose Antonio Newport (2d), llega al Juzgado de Instrucción número 4 de Puerto del Rosario (Fuerteventura) junto a sus abogados. / CARLOS DE SÁA-EFE

El accionista mayoritario de Dreamland Studios, José Antonio Newport, se ha acogido este martes a su derecho a no declarar al ser citado por el juez que instruye la querella presentada contra él por sus dos socios iniciales en ese proyecto, las empresas Volcano y Alquimia. El empresario ha llegado a las 9:00 horas al Juzgado de Instrucción número 4 de Puerto del Rosario (Fuerteventura), para informar al magistrado de que prefiere guardar silencio por el momento, aunque se reserva el derecho a declarar más adelante.

En su querella, las empresas Alquimia Venture Capital y Volcano International Productios, que tenían inicialmente un 25 % del capital de Dreamland cada una, acusan a Newport, que poseía el otro 50 %, de maniobrar a sus espaldas durante las gestiones para trasladar el proyecto de Fuerteventura a Gran Canaria para apropiarse de la idea y de comprometerlos a inversiones millonarias sin su permiso.

Tres delitos

En concreto, le atribuyen tres delitos de administración desleal, apropiación indebida y delito societario. Los hechos que relatan los querellantes se produjeron en el contexto de las dificultades a las que se enfrentó en 2022 Dreamland Studios SA para conseguir los permisos que necesitaba para construir su proyecto de estudios cinematográficos en Fuerteventura. 

Cuando esas dificultades hicieron que el proyecto entrara en vía muerta en la isla majorera, surgió la posibilidad de buscar emplazamientos alternativos en Gran Canaria y Tenerife. Los representantes de las dos empresas denunciantes sostienen que fue en ese momento cuando José Antonio Newport, como administrador único, constituyó sin su permiso una nueva empresa de nombre similar, Dreamland Studios Canarias SL, pero en la que la sociedad inicial, Dreamland Studios SA, solo tenía el 24% del capital.

Participación diluida

Los querellantes aseguran que, así, la sociedad que ahora promueve los estudios Dreamland en Gran Canraia pasó a ser controlada por Newport Media Films con un 40% del capital, y un nuevo socio, la firma Key Travel, ligada al grupo Lopesan, con un 24%, de forma que la participación de la sociedad original, Deamland Studios SA, quedaría diluida al 26%.

El 24%, en realidad, matizan después en la querella. Como resultado, añaden, la participación en el proyecto de Alquimia y Volcano Internacional se ha visto reducida a un 6% en cada caso, una parte muy minoritaria, pero a través de la cual aseguran que se les ha comprometido sin su permiso a inversiones millonarias. Entre ellas, citan dos: el contrato de patrocinio del Club Baloncesto Gran Canaria, que cifran en cuatro millones de euros, y un acuerdo para comprar a Lopesan por cinco millones de los terrenos donde se quiere construir el proyecto, "un campo de golf abandonado".

Trasvase del proyecto

Siempre según su versión de cómo se gestaron esas operaciones, el querellado "aprovechó su cargo de administrador único para constituir una sociedad sobre la que él tiene el control, a la que ha trasvasado el proyecto y fondo de comercio de Dreamland Studios SA y en la que ha dejado a Volcano y Alquimia con una participación irrisoria y sin efectiva capacidad de información ni decisión".

Tras conocerse la querella, Dreamland Studios difundió un comunicado en el que aseguraba que puede garantizar "la viabilidad y desarrollo" del proyecto que se dispone a construir en Gran Canaria "con más fuerza e ilusión que nunca", a pesar "del ruido". La compañía asegura que "el proyecto cuenta con un presupuesto de 140 millones de euros y creará el mayor hub audiovisual y tecnológico del sur de Europa, en el municipio de Telde en Gran Canaria".

Dreamland Studios aspira a contar en Gran Canaria con "el mayor plató de Europa", un plató de rodajes submarinos y un edificio de pre y postproducción que "permitirán que las productoras puedan terminar todo el proceso en las islas", sin limitarse a grabar en los escenarios naturales o urbanos de las islas para irse luego a otro lugar a terminar la película o el programa audiovisual