Deuda por acciones. Con esa maniobra de reestructuración, en la que han participado colosos del universo financiero y capitalista como JP Morgan, Deutsche Bank, Barings, BlackRock o Cheyne, la compañía canaria Naviera Armas ha logrado achicar su pasivo. Así lo plasman las últimas cuentas presentadas por la empresa –las correspondientes al ejercicio de 2021–, que exponen cómo el Grupo Artra –la suma, desde 2017, de los negocios de Armas y Trasmediterránea– ha logrado moderar su déficit con movimientos como esa jugada, además de la emisión de nuevos bonos –por valor de unos 376 millones y vencimiento en 2026– o la ejecución de préstamos. Entre todas las operaciones, la sociedad anónima ha logrado reducir en 526 millones de euros su deuda en un escenario condicionado por los rumores de venta de la propia naviera.
La complicada situación de Armas tiene su raíz en la compra, por parte de la naviera canaria, de Trasmediterránea. Hace casi seis años, en una operación que rondó los 500 millones de euros –entre 260,4 millones abonados a Acciona y cerca de otros 240 millones por la adquisición de la deuda de la empresa absorbida– y le convirtió en la mayor compañía marítima de España, la sociedad presidida entonces por Antonio Armas pasó a controlar las rutas en el Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar –con trayectos entre la Península y Ceuta, Melilla y varios puertos de Marruecos y Argelia– y a compartir junto a Fred Olsen el negocio del transporte de viajeros entre islas en Canarias.
Venta del negocio de Baleares a Grimaldi
Armas, para hacer frente a la compra de Trasmediterránea, asumió el compromiso de liquidar los pagos de forma aplazada, obligaciones que no ha podido afrontar a lo largo de estos años: no ha pagado ni a acreedores ni a bonistas. En medio de esas dificultades, después de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) le negara un rescate público por unos 125 millones de euros durante la primavera de 2022, la empresa convirtió en una unidad de negocio sus rutas entre Baleares y la Península y el tráfico interno de estas islas para traspasarlos por 375 millones de euros –en una operación que también incluía infraestructuras como una terminal en el Puerto de Valencia– al grupo italiano Grimaldi.
La naviera canaria, además de desprenderse de activos y rutas, ha refinanciado su pasivo con los acreedores más fuertes –la operación que convertía deuda en acciones–, también acordó una quita del 80% de la deuda financiera que el grupo mantenía con JP Morgan y Acciona, que "ha impugnado dicho acuerdo presentando una demanda reclamando el pago de la totalidad" de una deuda que ronda los 50 millones de euros.
Caída de las ventas
Los números presentados por Artra en 2021 muestran que su negocio no se recuperó tras la pandemia –con cero turístico provocado por el confinamiento y parón de la economía mundial–. Su negocio cayó un 5% respecto a 2020 y el desplome, en comparación con los tiempos previos al coronavirus, fue aún mayor: registró un 36%. En ventas totales, las cifras de la compañía alcanzaron los 363,14 millones de euros hace dos años frente a los 567 millones de euros de 2020.
El año pasado, Armas recibió unos 10 millones de euros por parte del Gobierno de Canarias como reembolso para cubrir la bonificación de los billetes a residentes en el Archipiélago.