Naviera Armas deja de ser una empresa de capital canario. El banco estadounidense JP Morgan y los fondos de capital de riesgo Barings, Cheyne Capital y Bain Capital, principales acreedores, se convertirán en accionistas mayoritarios de la naviera este jueves —atesorando cerca del 90% de sus acciones— desde que estampen su firma en el acuerdo look up agreement.
Este prevé la reducción del consejo de administración de cinco a tres integrantes y hacer una reestructuración —la segunda en tres años— por la que, por primera vez en la historia, la familia Armas dejará de estar en una posición de mayoría. Hasta ahora, era poseedora del 51% de las acciones de la empresa.
Sergio Vélez como consejero delegado
Hasta que se cierre la reorganización prevista, los fondos de riesgo tendrán a Sergio Vélez, director general senior de FTI Consulting España, como consejero delegado interino, según han adelantado en los últimos días El Economista y El Confidencial. Vélez acompañará en la dirección a Marc Canalda, director general del grupo tras la desvinculación de Fernando Val, su predecesor en el cargo.
El acuerdo prevé capitalizar el 50% de la deuda de Armas, inyectar dinero nuevo -unos 50 millones de euros- y condonar parte de los 375 millones de euros de deuda que atesora la compñía. Sergio Vélez, el nuevo CEO, ha sido previamente administrador concursal y asesor en procesos de venta y programas de refinanciación de deudas. FTI Consulting es una empresa especializada en administraciones concursales que opera en España desde 2010, prestando servicios de reestructuración dentro y fuera de concurso, además de asesoramiento en fusiones.
Navieras interesadas en comprar Armas
Al consumarse la operación, la expectación por una posible venta de la naviera va in crescendo. La idea de los fondos ahora propietarios de Armas no es de permanencia, sino de venta. Como adelantó Atlántico Hoy la semana pasada, Balèaria está manifiestamente interesada en comprar la compañía y es vox populi que otras tres navieras —Boluda, Grimaldi y MSC— podrían querer adquirirla.
De la primera se conoce la voluntad de compra porque su propio presidente, Adolfo Utor, afirmó a finales de febrero que estaba "en la parrilla de salida" para efectuar la operación si Armas salía a la venta. Boluda, por su parte, ha intentaddo comprarla infructuosamente en otras ocasiones, la última en 2020, y vive un momento esplendoroso en la conexión de mercancías de Canarias con el puerto de Cádiz -donde opera Armas el tráfico rodado y de pasajeros- a través de la línea Canarias Daily.
Grimaldi y MSC
Grimaldi, por su parte, ya compró en 2021 el negocio de Trasmediterránea —propiedad de Armas— en las Islas Baleares además de infraestructuras, como una terminal en el puerto de Valencia, por 375 millones de euros. También intentó adquirir la parte de Trasmediterránea que cubría la la zona del mar de Alborán y el Estrecho de Gibraltar, pero las negociaciones no fructificaron.
MSC, por su parte, lleva años pugnando por competir con Grimaldi en el archipiélago balear y los rumores apuntan a que también podría estar interesada en la compra, aunque es la naviera sobre la que menos información en este sentido ha salido a la luz.