Naviera Armas incumple sus propias medidas de seguridad con las rampas para desembarcar más rápido

Las rampas deberían abrirse una vez el barco está correctamente amarrado, pero es habitual que se bajen mientras se acerca al muelle o se suban mientras zarpa

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A la izquierda, el pantalán del puerto de Santa Cruz donde atraca Naviera Armas. A la derecha, un barco de Armas con la rampa abriéndose mientras realiza la maniobra de atraque en el mismo pantalán./ MONTAJE AH
A la izquierda, el pantalán del puerto de Santa Cruz donde atraca Naviera Armas. A la derecha, un barco de Armas con la rampa abriéndose mientras realiza la maniobra de atraque en el mismo pantalán./ MONTAJE AH

El proceso de llegada en ferry a un puerto puede resultar tedioso para el pasaje. Desde que el buque entra en el muelle, todo el mundo empieza a levantarse pensando que ya ha llegado a su destino, pero el proceso de revirar el barco, amarrarlo, abrir la rampa y comenzar el desembarque de los vehículos puede hacerse eterno para el pasajero impaciente y, además, retrasar la siguiente salida.

Como todos los medios de transporte, Naviera Armas ofrece un compromiso con la puntualidad que tiene que hacer valer. Para ello, en los buques de la compañía se toma frecuentemente la decisión de ir abriendo la rampa de vehículos mientras el barco realiza la aproximación a tierra firme, así como de zarpar mientras la misma se está subiendo.

Kent S. Hagbarth, nuevo CEO de Naviera Armas. / AH
Kent S. Hagbarth, nuevo CEO de Naviera Armas. / AH

Un accidente

El pasado 18 de octubre, Atlántico Hoy publicó la historia de un exmarinero de Naviera Armas que en 2022 tuvo un accidente laboral en la maniobra de atraque del buque Volcán de Tagoro que le provocó la pérdida total de la movilidad del brazo derecho y la invalidez. Ayoze Arteaga, que es como se llamaba el marinero, relató durante la entrevista con este medio que el día del incidente el buque había comenzado a bajar la rampa antes de haber amarrado por completo la nave a los norays del muelle.

De hecho, aquel día el accidente fue resultado de que, por una mala aproximación, el buque quedó a dos metros del lugar donde debía atracarse, de forma que no se podía colocar la escala para el descenso del pasaje ni apoyar correctamente la rampa para el descenso de los vehículos. Todo esto habiendo bajado ya la rampa, según declaraciones del exmarinero a Atlántico Hoy.

A 350 metros de tierra firme

Este medio ha podido observar en el puerto de Santa Cruz de Tenrife que la maniobra de apertura de la rampa antes de que el barco esté correctamente atracado es, efectivamente, habitual.

El pasado jueves, por ejemplo, uno de sus buques comenzó a bajar el mecanismo cuando el barco estaba a unos 150 metros del tacón, que es un bloque de hormigón al final del pantalán o muelle que utiliza Naviera Armas para amarrar sus barcos en el puerto de Santa Cruz. Desde el tacón y hasta el inicio del pantalán todavía hay otros 200 metros.

Imagen satelital del pantalán del puerto de Santa Cruz donde atracan los buques de Naviera Armas. Superpuesta, una medición de 350 metros desde tierra firme para imaginar a qué altura comienzan los barcos a bajar la rampa./ GOOGLE MAPS
Imagen satelital del pantalán del puerto de Santa Cruz donde atracan los buques de Naviera Armas. Superpuesta, una medición de 350 metros desde tierra firme para imaginar a qué altura comienzan los barcos a bajar la rampa./ GOOGLE MAPS

Zarpar con la rampa abierta

El viernes, de nuevo, el buque que llegó a las 19:30 lo hizo abriendo la rampa desde cientos de metros antes y, lo que es peor, zarpó también con la rampa abierta. No sólo eso, sino que lo hizo, como se puede apreciar en las imágenes captadas por este medio, con vehículos aún en movimiento dentro del barco.

Supuestamente, a la hora de zarpar, el contramaestre debería cantarle al capitán una serie de comprobaciones de seguridad: "ánodos a bordo, voy cerrado, última línea calzada, sin mangueras conectadas, rampa cerrada y trincada", pero esta última indicación, de facto, no se dice porque los buques salen antes de cumplirla.

Contra las normas de Armas

Esto, según ha podido saber Atlántico Hoy, es una maniobra que ordenan los capitanes para reducir el tiempo del desembarque y de salida, ya que la rampa tarda aproximadamente cinco minutos en bajar y otros tantos en cerrarse.

No obstante, aunque habitual, esta operación contradice las propias normas de seguridad de Naviera Armas, que ordenan, según ha podido comprobar este medio, que antes de zarpar y durante la navegación las rampas de proa y popa tienen que estar correctamente cerradas para evitar que entre agua en el barco. La estanqueidad de un barco es vital.

Los propios fabricantes de las rampas también indican que estas no se deben abrir antes de amarrar el barco. Por ejemplo, SP Consultores y Servicios, que ha diseñado rampas hidráulicas para buques de Naviera Armas como el Volcán del Teide, indica que, antes de proceder a la apertura de la rampa, hay que asegurarse que "no va a interferir con ninguna estacha u otro elemento en la popa". Las estachas son precisamente los cabos para amarrar el barco, por lo que llevar la rampa abierta antes de poder amarrar estas estachas podría dificultar la maniobra. El manual de instrucciones de SP Consultores y Servicios respecto a la rampa que "durante la navegación, la puerta deberá permanecer cerrada y trincada".

Óscar Martínez, Director Comercial General de Armas-Trasmediterránea. A la derecha, un buque de Armas./ MONTAJE AH
Óscar Martínez, Director Comercial General de Armas-Trasmediterránea. A la derecha, un buque de Armas./ MONTAJE AH