Armas ha despedido por SMS en dos años a siete capitanes que denunciaron problemas de seguridad

El tipo de contrato que tienen los capitanes de Naviera Armas permite un despido por decisión de la empresa con una indemnización ridícula

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Puente de mando del buque 'Volcán del Teide', de Naviera Armas./ YEYOCRUISERS
Puente de mando del buque 'Volcán del Teide', de Naviera Armas./ YEYOCRUISERS

Con un frío SMS y sin más explicación: así ha despedido en los últimos dos años Naviera Armassiete capitanes de su flota sin darles ninguna explicación, aunque todos sospechan que ha sido por quejarse por problemas de seguridad o por reclamar el pago de horas extra. Atlántico Hoy ha podido saber los entresijos de la relación laboral de la naviera con sus capitanes que han llevado a que muchos se sientan completamente engañados. En al menos dos casos, la situación ha llegado a los tribunales.

Por partes, porque la historia es larga. Hace más de una década, Naviera Armas comenzó a hacerle a sus capitanes contratos de "alta dirección". Esto significaba que, a efectos legales, los capitanes de la compañía eran considerados altos directivos de la misma, lo que conllevaba una relación laboral muy diferente a la del resto de empleados. Esta categoría se aplica también a los jefes de máquinas. Aunque ninguno ha sido despedido como ha ocurrido con los siete capitanes, su situación laboral respecto a Naviera Armas es idéntica.

Un caramelito

Parecía un caramelo, pero solo era un cebo. La condición de alto directivo implica un estatus nominal, pero laboralmente, y en especial para los capitanes de Naviera Armas, dejaba mucho que desear. Empezando porque no existe ninguna tabla salarial para ellos, como tampoco están incluidos en el convenio colectivo del sector, por lo que no pertenecen al comité de empresa ni pueden aprovecharse de las condiciones que este logre en procesos de negociación.

Pero lo más grave es el proceso de despido de un capitán. Al ser considerados altos directivos, la empresa puede prescindir de sus servicios a conveniencia, según explica a Atlántico Hoy uno de los siete capitanes damnificados. A esto se suma que, según el Real Decreto 1382/1985, cuando ocurra una "extinción del contrato por voluntad del empresario”, el "alto directivo tendrá (...) las indemnizaciones pactadas en el contrato; a falta de pacto, la indemnización será equivalente a siete días del salario en metálico por año de servicio con el límite de seis mensualidades”.

Es decir, que los siete capitanes, en lugar de recibir una indemnización de 33 días por año trabajado como el resto de trabajadores, han recibido (salvo los que han alcanzado un acuerdo con Naviera Armas) una de siete días por año.

Cacería contra los "díscolos"

Dejando a un lado la cuestión de las indemnizaciones, dado que por su condición de altos directivos la empresa se reserva el derecho a despedirles a voluntad propia sin más explicación, los capitanes denuncian que ha habido una suerte de cacería contra los que discutían o contradecían las decisiones del jefe de flota.

Hay un caso de dos capitanes despedidos después de prestar sus servicios en el mismo barco que cubría la ruta de San Sebastián de La Gomera a Valle Gran Rey. El primero sospecha que por interponer una denuncia en la Capitanía Marítima porque el muelle de destino no cumplía las condiciones de seguridad para el tamaño del buque; y el segundo también fue echado por SMS sin conocer a ciencia cierta la razón de la naviera para despedirle.

Por otro lado, en 2021, un capitán del buque Volcán de Tindaya que cubría la ruta de Playa Blanca (Lanzarote) a Corralejo (Fuerteventura) fue despedido después de negarse a salir a la mar por malas condiciones. Otro de los capitanes fue despedido después de manifestar su desacuerdo con el jefe de flota respecto a las condiciones técnicas de seguridad del amarre de un buque y pedir mejores condiciones para la tripulación en la habitabilidad de sus camarotes.

A la espera de juicio

Existe un caso peculiar de un capitán que prestaba sus servicios en la línea del Estrecho de Gibraltar que fue despedido pero luego recontratado porque la empresa necesitaba refuerzos para la Operación Paso del Estrecho (OPE), una de las principales operaciones logísticas de Armas-Trasmediterránea.

Según ha podido saber Atlántico Hoy, algunos de estos capitanes han alcanzado acuerdos para mejorar sus condiciones de despido con la naviera, otros han aceptado la indemnización de siete días por año trabajado para no tener problemas y existen al menos dos que siguen peleando una mejora de las condiciones del despido en los juzgados. Estos últimos han declinado expresamente a Atlántico Hoy realizar declaraciones explícitas sobre su relación laboral con Naviera Armas hasta que salga el resultado de los juicios por sus despidos.

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