El vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de la empresa hotelera Meliá Hotels, Gabriel Escarrer, ha compartido en su cuenta de LinkedIn los resultados de Semana Santa para la compañía, donde destaca el comportamiento del mercado canario, donde han aumentado los ingresos un 40% en comparación con 2019, el año previo a la irrupción de la pandemia de COVID-19.
Unos datos que distancian al Archipiélago de otros destinos como la Costa del Sol y Levante, con un 29%, y Baleares, con un 18%. Entre las ciudades Escarrer destacó Sevilla, Valencia, y Barcelona como las que más han reportado a la compañía.
Meliá cuenta con 18 hoteles en Canarias de sus distintas marcas según el target al que se dirigen. La enseña Sol ostenta la mayoría de establecimientos, hasta diez. Tras ella Meliá, Gran Meliá y Paradisus cuentan con dos, mientras que INNSiDE y The Meliá Collection aportan uno cada uno.
Con ellos la empresa mallorquina tiene representación en seis de las Islas Canarias, con la excepción de La Gomera, El Hierro y La Graciosa.
“Un balance positivo”
El consejero delegado de Meliá hace “un balance positivo” de la pasada Semana Santa y, aunque se continúa observando cierta volatilidad, se atisba un positivo segundo y tercer trimestre del año ya que "la demanda turística mantiene su fortaleza”.
El directivo asegura que esta Semana Santa los destinos turísticos españoles tanto urbanos como vacacionales han confirmado tendencias ya predominantes como las reservas de último minuto, reduciendo el porcentaje de cancelaciones, además de la pujanza de los canales digitales, unido a la creciente atracción y preferencia de los viajeros por los hoteles y las habitaciones superiores y de lujo.
Los hoteles de Meliá en los destinos españoles han registrado crecimientos de doble dígito respecto al último año prepandemia principalmente en los vacacionales.
Las ocupaciones fueron similares de las de 2019, atribuyéndose la práctica totalidad del crecimiento registrado a la mejora de las tarifas, derivadas de una mejora y renovación de los activos, junto con una mayor oferta del catálogo premium y de lujo, según Escarrer.
La ocupación se situó entre el 77% y el 85% en los destinos de costas, superando al fin los niveles de 2019 y 2022, y entre el 68% y el 80% en los hoteles de ciudad.