La empresa tinerfeña Kitchenarq expande su negocio en la isla con el cuarto establecimiento, el segundo en Santa Cruz, aunque con un nuevo concepto que espera sorprender y atraer a clientes con distintos objetivos a partir del 15 de junio.
Se trata de un estudio de cocina que tiene 360 metros cuadrados en la esquina de la calle Santa Rosalía con Méndez Núñez y que introducirá las novedades de las marcas que representan. Un estudio enfocado a dar servicio al cliente en Santa Cruz con cocina de calidad media superior. “Un concepto un poco diferente a lo que hasta ahora hemos estado haciendo y es evolucionar un poco el concepto de estudio de diseño”, cuenta uno de sus socios, Julio Sanz, a Atlántico Hoy.
Nuevos espacios
En este nuevo concepto se incluirá una zona que se va a llamar el atelier y que será específica para arquitectos para que vayan desarrollar sus proyectos de manera autónoma. “Sin contar con nosotros”, aclara Julio. También se podrá disfrutar de los muestrarios de las cocinas e, incluso, hacer reuniones con los clientes en espacios que se van a habilitar para ello.
Además, descubrirán las salas que se llamarán Living, donde podrán tener la posibilidad de presentar proyectos, sentados, y pudiendo tomar un café. “Es un poco la idea de hacer un estudio diferente. Este tipo de estudio en Italia se usa mucho y vamos rescatando esta propuesta que nos ha hecho nuestra fábrica para poderlo implantarlo en Santa Cruz”, explica el que es uno de los máximos responsables de Kitchenarq.
Inversión importante
“Ha sido una inversión importante en el sentido en el que la obra en la esquina donde está ubicada era un local que no había nada. En su momento estaba la juguetería Arvelo, un sitio de referencia en Santa Cruz. Nos llamaba la atención que fuese su local con historia”, comparte Sanz.
En este sentido, reconoce que “va a ser un reto porque es un local grande y que ahora mismo, en superficie de exposición de cocinas, que nosotros sepamos, es local más grande dedicado a cocina de gama media superior en Santa Cruz”, apunta.
Apuesta arriesgada, pero necesaria
Así, desarrolla que la apuesta que han hecho “es arriesgada”, pero teniendo en cuenta el perfil de los clientes de Santa Cruz creen que “es necesario, porque es un espacio diferente y el cliente se sentirá cómodo a la hora de ver la cocina, que no se vea dirigido y pueda elegir sus acabados. Que sea más intuitivo y que disfrute mejor la experiencia de comprar una cocina, que hoy en día es una inversión para mucho tiempo”.
Esa es la idea del concepto y por ello “la ilusión es máxima”, por lo que esperan “que sea bien recibida en Santa Cruz, y creo que así va a ser”.