Ruina total de la compañía Prefabricados Birmagen. El Juzgado Mercantil número 1 de Santa Cruz ha ordenado la conclusión del expediente de concurso de acreedores, justo diez años después de que se iniciara.
La decisión se debe a la inexistencia de activos para hacer frente a la masa de deudas.
Cambio de administrador concursal
Birmagen se hundió en junio de 2012. A la sazón acudió al juzgado mercantil y se declaró en suspensión de pagos.
Cuando habían transcurrido nada menos que seis años, el juzgado ordenó el cese del administrador concursal y su sustitución por Antonio Caballero Otaolaurrichi.
En 2020 finalizó la fase común del concurso de acreedores. En ese momento ya se constató la carencia de activos para afrontar la devolución de las deudas.
Inmovilizado maltrecho
De hecho, los bienes de Birmagen se limitan a un lote de maquinaria totalmente deteriorada; a créditos adeudados por clientes que datan en su mayoría de 2009 y que son irrecuperables; y a un camión de la marca Renault, cuyo valor es nulo. En definitiva, los activos patrimoniales se reducen a cero euros.
El gestor del concurso Antonio Caballero debería haber cobrado unas minutas de 5.114 euros, pero solo ha podido ingresar 1.022 euros, debido a la bancarrota total de Birmagen.
Administradores
La compañía estaba domiciliada en el camino Cuevecillas, del municipio de El Rosario. Se constituyó en 1992 para la venta de hormigones prefabricados, viguetas, forjados, madera y hierros. En sus mejores tiempos llegó a contar con 80 empleados.
El último consejo de administración estaba presidido por Juan Pablo Álvarez Abreu; los restantes miembros del órgano de gobierno son Juan José Jorge Rodríguez, Antonio José Gutiérrez Cruz y Antonio Gutiérrez Ramos.
El 100% del capital de Birmagen está en manos de Prefabricados Prebir SL, dedicada a la misma actividad. Prebir también entró en quiebra en 2012.